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Bruselas (Lunes, 30-01-2017, Gaudium Press) Fue distribuida a órganos de prensa la toma de posición de la Comisión de los Episcopados Católicos de la Unión Europea (COMECE) a propósito de la decisión del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos que pone en realce la necesidad de «lazos biológicos» en la llamada «maternidad de substitución». El Tribunal Europeo alegó que el niño había vivido menos de seis meses con sus «padres». Este último punto es el que ha fundamentado el fallo: el TEDH concluye que ha habido «ausencia de vida familiar» entre los demandantes y el hijo, teniendo en cuenta la ausencia de vínculos biológicos y a pesar de la «existencia de un proyecto parental» y de la «calidad afectiva».
La COMECE «saluda esta decisión y refuerza su oposición a la instrumentalización» de los vulgarmente denominados ‘vientre de alquiler’.
En su toma de posición, la Comisión de los Episcopados Católicos de la Unión Europea, destaca como «punto clave» la necesidad de «proteger a los niños contra prácticas ilícitas, algunas de las cuales pueden conducir al tráfico humano, como también fue reconocido en tribunal».
Los episcopados católicos de la UE además recuerdan en sus declaraciones una reflexión publicada por su Grupo de Reflexión en Bioética, donde subraya la importancia de, en materia de la maternidad de substitución, proteger siempre a los más vulnerables.
Decreto del Tribunal
La decisión surge después de un conflicto legal en Italia, donde las autoridades decidieron retirar de una pareja la custodia de un niño nacido con la utilización de este recurso, por considerar que el caso «viola las leyes nacionales».
El Tribunal de Estrasburgo consideró que la decisión italiana fue «legítima». La decisión llevó en consideración no solo la competencia de los Estados de juzgar la «relación legal entre ‘padres e hijos», pero también la «ética» y «la salvaguarda del orden público».
En el mismo juicio, aquella instancia de justicia europea subraya que el caso en cuestión no está insertado en aquello que define la categoría de «vida familiar».
La COMECE destaca como «punto clave» la necesidad de «proteger a los niños contra prácticas ilícitas, algunas de las cuales pueden conducir al tráfico humano, como también fue reconocido en tribunal».
Los episcopados católicos de la UE recuerdan una reflexión publicada por su Grupo de Reflexión en Bioética, donde resalta la importancia de, en materia de la maternidad de substitución, proteger siempre a los más vulnerables. (JSG)
Con información de Infocatolica
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