Mérida (Jueves, 02-02-2017, Gaudium Press) Un conmovedor testimonio de devoción eucarístico fue destacado por el portal Aleteia en su versión inglesa, pero tuvo lugar en Mérida, México, y tuvo como protagonista a un niño de tan sólo ocho años. Los hechos fueron relatados por el P. Patricio Hileman, un sacerdote dedicado a la promoción de la Adoración Perpetua en Latinoamérica y registrado en video por la agencia informativa ACI.
La adoración es el lugar donde «aprendemos a descansar en el corazón de Jesús». Foto: Berbellin. |
El niño, llamado Diego, asistió a una de las predicaciones del sacerdote y resultó conmovido por la invitación de hacer una Hora Santa en la madrugada como lo solicitó el mismo Jesús a sus discípulos. El pequeño se suscribió para orar ante el Santísimo a las tres de la mañana, explicando a su madre sus razones: «Quiero que papá deje de tomar, deje de pegarte y dejemos de ser pobres», declaró.
Con esta motivación, Diego obtuvo que su madre lo llevara a la Adoración la primera semana y que luego lo llevara su padre en la siguiente semana. » Al mes de que comenzaron a ir a la Adoración Perpetua, el papá dio el testimonio de que experimentó el amor de Jesús y se sanó», además de superar su alcoholismo, manifestó que «se volvió a enamorar de la mamá en esas Horas Santas».
«El papá dejó de tomar, dejó de pelearse con la mamá y dejaron de ser pobres», concluyó el relato el sacerdote. «Por la fe de un pequeñito de 8 años toda la familia se sanó». El sacerdote explicó que este es apenas uno de muchos testimonios de conversión que ha conocido en su ministerio, gracias a ala acción de Cristo durante la Adoración. «Es el lugar donde aprendemos a descansar en el corazón de Jesús», comentó el sacerdote. «Solamente Jesús puede darte ese abrazo del alma». El presbítero expresó su deseo de que algún día cada parroquia pudiera contar con una capilla de adoración perpetua, «donde Jesús estuviera expuesto en el Santísimo Sacramento, en una custodia, solemnemente adorado día y noche sin interrupción».
Con información de Aleteia y ACI.
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