"Es necesario que todos ayudemos a las nuevas generaciones a descubrir su vocación": Mons. Carlos Patrón Wong

Bogotá (Miércoles, 08-09-2017, Gaudium Press) «Las vocaciones sacerdotales están siempre al servicio del pueblo de Dios. Y estas vocaciones nacen de nuestras familias, de nuestras parroquias, de la vida eclesial», es lo que ha recordado Mons. Carlos Patrón Wong, Secretario para los Seminarios de la Sagrada Congregación para el Clero, quien por estos días se encuentra en Bogotá participando, como invitado, de la 102º Asamblea Plenaria del Episcopado que inició el lunes 6 y culminará el próximo 10 de febrero. La formación inicial en los seminarios es el tema central de la Asamblea.

El representante del dicasterio vaticano llegó a la capital colombiana para compartir con los obispos las orientaciones de la nueva ‘Ratio Fundamentalis Institutuinis Sacerdotalis’, sobre el Don de la vocación presbiteral que emitió la Congregación para el Clero.

En cuanto a las novedades del documento se refirió en entrevista difundida por el Departamento de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC): «El documento de la formación sacerdotal actual, trae la novedad que junto a toda la riqueza, la sabiduría, la santidad que hemos experimentado durante 20 siglos en la Iglesia a través de santos sacerdotes, al mismo tiempo actualiza la formación de acuerdo a lo que Dios quiere que vivamos hoy como nueva evangelización, con nuevos pastores que estén muy cerca de Dios, para que puedan transmitirlo a los demás, en todas las realidades actuales que nos toca vivir».

Subrayó que la formación sigue siendo integral, gradual, cristocéntrica, misionera y comunitaria; «todo esto para el bien del pueblo de Dios y de la sociedad».

El Secretario para los Seminarios de la Sagrada Congregación para el Clero se encuentra en Bogotá participando de la 102º Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano que aborda la formación inicial en los seminarios / Foto: CEC.

En cuanto al tema de la 102º Asamblea del Episcopado Colombiano, Mons. Patrón Wong dijo que la formación inicial en los seminarios es una parte de la vida, «porque la vida es formación: comenzamos a formarnos desde el día del bautismo, a través de la formación de nuestras familias, de las parroquias, de los movimientos eclesiales, y el seminario cumple una función específica de formar a discípulos misioneros que después se van a configurar al corazón, a la vida del servicio de Jesucristo Buen Pastor».

Agregó que la formación de cada joven se especifica de manera muy concreta durante la formación inicial en los seminarios y «continuará permanentemente, durante toda su vida en el ministerio presbiteral para ser más como Jesús y estar como Jesús muy cerca de Dios Padre, y poder comunicar el Amor de Dios Padre al pueblo de Dios».

En otro momento también se refirió a los principios fundamentales de la formación presbiteral recalcando que la llamada de Jesús «es una llamada de Amor, una llamada para estar con Él; y al estar con Él nos instituye en una comunidad: la comunidad de los Apóstoles, una comunidad presbiteral, un colegio de sacerdotes, que en unión con su obispo -colaborando con él-, están al servicio del pueblo de Dios».

«Ese estar con Jesús nos permite caminar con nuestro pueblo, para que todos juntos, como discípulos misioneros de Jesucristo hagamos presente el reino de amor, de justicia, de paz que Cristo nos ha traído con su muerte y con su resurrección», agregó.

Sobre la realidad de Colombia, el Secretario para los Seminarios de la Congregación para el Clero, dijo que Dios está presente en el país, sobre todo en el corazón de cada colombiano y de cada familia, y también en cada una de las vocaciones. «Por eso es necesario, que todos nos ayudemos los unos a los otros, para que las nuevas generaciones descubran su propia vocación, y puedan en la vocación ser felices y hacer felices a los demás», puntualizó.

Al concluir, Mons. Patrón Wong llamó a una mayor unidad para trabajar por la formación de las nuevas generaciones: «Es por esto que los obispos, los formadores, las familias, los laicos, la vida consagrada, debemos unirnos para renovar nuestra propia vocación e invitar a los jóvenes de hoy a descubrir que la vida se vive desde una vocación de servicio y de amor».

Con información de la Conferencia Episcopal de Colombia.