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Bogotá (Viernes, 10-02-2017, Gaudium Press) «Las distintas problemáticas que aquejan a la sociedad colombiana exigen como respuesta una educación auténtica e integral que ponga al centro el ser humano, su dignidad y sus derechos; que promuevan un comportamiento ético para favorecer la convivencia armoniosa, que abra las personas y la sociedad a Dios, que privilegia la identidad y la misión de la familia», es lo que han señalado los Obispos de Colombia en el comunicado final de la 102º Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano, que tuvo lugar en Bogotá del 6 al 10 de febrero.
Los prelados, durante una rueda de prensa celebrada en la sede del Episcopado, han presentado el mensaje final de los trabajos, donde reflexionan sobre la realidad del país y abordaron el tema de la formación sacerdotal propuesta en la ‘Ratio’ presentada por la Congregación para el Clero. Acompañaron a los medios de comunicación Mons. Oscar Urbina Ortega, Arzobispo de Villavicencio y vice-presidente del Episcopado; Mons. Elkin Fernando Álvarez, Obispo Auxiliar de Medellín y Secretario General del Organismo Eclesial; y Mons. Darío de Jesús Monsalve, Arzobispo de Cali.
La corrupción como un «proceso de muerte», la difícil situación que enfrentan millones de colombianos ante la imposibilidad de acceder a servicios de salud, los pasos que se adelantan para la construcción de la paz y la necesidad de una educación integral, han sido los temas centrales en los que giró el mensaje.
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| La corrupción, el trabajo por la paz, la situación de la salud y la formación integral de las nuevas generaciones, fueron los temas abordados en el mensaje final de la 102º Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano / Foto: CEC. |
Gaudium Press tuvo ocasión de dialogar con el Secretario General del organismo episcopal, quien profundizó sobre el «camino exigente, pero indispensable» que hay que realizar para la educación integral de las nuevas generaciones.
De acuerdo con el prelado, la Iglesia colombiana ha venido trabajando en los estándares de educación religiosa, que en últimas es un derecho inalienable para los alumnos según su profesión de fe. «Nosotros pedimos que se pueda garantizar el derecho de los padres a guiar la educación de sus hijos según sus propias convicciones (…) Aquí es donde pedimos que no se impongan ideologías -como la ideología de género-, para los procesos de educación, saltándose ese derecho que tienen los papás de auto-determinar la educación de sus hijos según sus propias convicciones», subrayó Mons. Álvarez.
Un punto de interés de los Obispos ha sido la necesidad de trabajar en la formación de los futuros sacerdotes -que fue el eje central de la Asamblea Plenaria-, y en la de los fieles laicos, para que incidan en la transformación espiritual y moral del país.
«La educación de los niños, adolescentes y jóvenes, así como la formación permanente de los adultos, tienen que volverse propósito nacional. Los valores que han dado forma a nuestra patria han de seguir vigentes en la configuración de una sociedad en la que nos acojamos en la que sean respetados los derechos de todos», destacan los Obispos en el Mensaje final.
En cuanto a la formación de los sacerdotes y la promoción vocacional, Mons. Álvarez puntualizó: «A mí me parece importante subrayar que la promoción vocacional no puede estar aislada de los demás procesos. Es el proceso germen, pero a su vez es también el fruto de todo un trabajo por la formación de los sacerdotes, por el testimonio de los mismos consagrados que arrastra a otros a esto».
Señaló que puede haber técnicas para la promoción vocacional, «pero lo importante es hacer de todo el trabajo vocacional un proceso que comienza con el bautismo y con la educación en la familia, y que después termina con una opción hecha con la gracia de Dios».
Con información de la Conferencia Episcopal de Colombia.
Gaudium Press / Sonia Trujillo.
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