Nápoles (Jueves, 16-02-2017, Gaudium Press) Desde el 12 de enero hasta el 30 de marzo, Nápoles vive una exposición muy especial: El Museo Diocesano de la ciudad presenta la hermosa pintura del ‘Salvator Mundi’, atribuida a Leonardo da Vinci. Junto a esta obra -de la que se hicieron innumerables copias-, también se presentan las pinturas del ‘Cristo Benedicente», del Complejo Monumental de San Domenico Maggiore, que es atribuida al pintor Girolamo Alibrandi, y el Niño Jesús de Salaì, quien fuese ayudante del pintor renacentista.
Salvator Mundi de Leonardo da Vinci. |
El ‘Salvator Mundi’, obra realizada al óleo sobre lienzo, pertenecía a una antigua colección del Marqués De Ganay. En ella, Jesús aparece mirando de frente y bendiciendo con su mano derecha. De acuerdo con algunos estudiosos de la escuela de Da Vinci, ésta es una de las obras más controvertidas, ya que se cree que fue elaborada para un privado hacia 1499 y luego se olvidó, pero sus características únicas e inigualable belleza dieron lugar a diversas copias. Tiempo después, la obra reapareció en posesión de Sir Francis Cook y posteriormente con el Marqués de Garay.
Desde hace 34 años las obras de Da Vinci no se presentaban en Nápoles, según revela el mismo Museo Diocesano de la ciudad. Para orientar la muestra, se cuenta con la guía de Carlo Pedretti, quien es considerado el mayor experto sobre las obras de Leonardo da Davinci.
El arte religioso de Leonardo
No se sabe con certeza cómo era la vida de piedad del pintor renacentista, nacido el 15 de abril de 1452, pero por varias de sus obras más conocidas si se puede deducir que tenía una especial cercanía a Dios. Por lo menos así lo revela su arte religioso.
Entre sus obras más famosas está «La Última Cena», hermoso mural que el artista pintó en el refectorio del Convento de Santa Maria delle Grazie en Milán entre los años 1495 y 1497, por encargo de Ludovico Sforza, duque de Milán. Se sabe que da Vinci se basó en el pasaje evangélico que habla cuando Jesús anuncia a sus discípulos que uno de ellos lo traicionará: «Cuando dijo estas palabras, Jesús se turbó en su interior y declaró: «En verdad, en verdad os digo que uno de vosotros me entregará» (Juan 13:21).
«La Última Cena», pintada por da Vinci en el refectorio del Convento de Santa Maria delle Grazie de Milán. |
Un dato curioso sobre esta obra maestra. Se dice que Leonardo dejó para el final dos cabezas, de las que no lograba encontrar un modelo para representarlas: la de Jesús y la de Judas. Decía que la de Jesús, ya había perdido la esperanza de encontrar una sobre la tierra, pues le era imposible concebir la gran belleza de Dios hecho hombre. La de Judas, por su parte, no podía imaginar que existiese alguien capaz de expresar tanta crueldad, luego de haber recibido tantos beneficios del mismo Hijo de Dios.
Entre sus obras religiosas, también está «La Anunciación», que representa el momento en el que el Arcángel San Gabriel se le presenta a la Virgen María para anunciarle que, por obra del Espíritu Santo, será la Madre del Hijo de Dios.
Obras como «El Bautismo de Cristo», «La Adoración de los Magos», «La Virgen y el Niño con Santa Ana y San Juan Bautista», «La Virgen y el Niño con Santa Ana», y «San Juan el Bautista», entre otras, también hacen parte del repertorio religioso del artista.
De la redacción de Gaudium Press, con información del Museo Diocesano de Nápoles y viedellabellezza.it.
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