Fátima (Martes, 21-02-2017, Gaudium Press) El lunes 20 de febrero el Santuario de Fátima estuvo de celebración. Como antesala a los grandes festejos que durante este 2017 se vivirán por el Centenario de las apariciones de Nuestra Señora, acogió la solemnidad litúrgica de los beatos Francisco y Jacinta Marto, los pastorcitos videntes.
El epicentro de la celebración fue la Eucaristía que presidió Mons. Antonio Marto, Obispo de Leiria-Fátima, quien durante la homilía llamó a «descubrir la belleza de la santidad de estos niños».
Recordó que Jesús «indicó el camino de la infancia espiritual para acoger el reino de Dios», un camino que siguieron los pequeños pastores, quienes se ofrecieron ellos mismos a Dios, dándole su sí e iniciando su camino de santidad.
Mons. Marto señaló que los pastorcitos de Fátima fueron y se presentan hoy como «modelo de santidad contemporánea en la vida cotidiana», puesto que a través de ellos se contempla «la belleza de Dios que participa en la belleza de sus vidas».
La solemnidad litúrgica de los beatos es el 20 de febrero. |
El Obispo de Leiria-Fátima destacó a la pequeña Jacinta quien, «sobresale por su espíritu de compasión por los que sufren, y por el deseo de hacer lo que hizo el Señor, en su compasión por la humanidad. La comparó con el «Buen Pastor», por el deseo que ella tuvo de «cada uno de nosotros».
Por su parte, Francisco -prosiguió el prelado-, «es un niño que se deja habitar por la presencia inefable de Dios, y sintió el llamado a la oración y la contemplación de Dios». Señaló que él es modelo en la importancia de permitir que «Dios sea Dios en nuestro corazón y en nuestra vida», ya que el beato «se sentía bien en la compañía de Jesús y en hacerle compañía».
Al respecto, agregó: «Este niño era un consolador porque sentía que Dios estaba triste, tal como hoy, Dios está olvidado, viven como si Dios no existiera, y tiene que ser una gran prioridad: volver a Dios próximo y presente en la vida de cada uno, porque sin esto no hay fe que aguante. Tenemos que ser cristianos por convicción firme y por una experiencia amorosa de Dios».
Mons. Marto también se refirió a los dos videntes como «dos pequeñas estrellas que brillan en el cielo de Portugal y del mundo, para iluminar esta noche que el mundo atraviesa, de dudas e incertezas en el presente y el futuro».
Resaltó la capacidad que ambos beatos tuvieron de «sufrir con el otro y por el otro por amor», algo que el prelado considera necesario para este mundo, caracterizado por la cultura de la indiferencia.
La celebración Eucarística contó con la presencia de cientos de niños y niñas, quienes recibieron una bendición de manos del prelado.
Este mismo día alrededor de 600 pequeños participaron de una celebración en la Basílica de la Santísima Trinidad, que contó con la presencia de la Hermana Angela Coelho, postuladora de la Causa de Canonización de los beatos, quien ofreció una catequesis.
Con información del Santuario de Fátima.
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