sábado, 23 de noviembre de 2024
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Vietnam: Iglesia recuerda "martirio incruento" del misionero P. Malo

Hanoi – Vietnam (Jueves, 23-02-2017, Gauidium Press) El P. Jean Baptiste Malo, fue recordado y homenajeado recientemente en Vính Hôi.

Padre Malo fue misionero en Vietnam, en la parroquia del barrio Ngan Sal, Diócesis de Vính. Él fue víctima de la persecución comunista y sufrió un largo y doloroso martirio de alma: un «martirio incruento».

Lo que se podría llamar de dístico de él, era: «El amor jamás es derrotado» y «nos lleva siempre a la victoria: ama a Dios, a Asia, ama a tu prójimo». Y él así vivió, fue mártir, pero no fue derrotado.

El obispo de Vính, Mons. Paul Nguyên Thái Hop fue quien presidió la celebración de la cual participó el obispo auxiliar, Mons. Pierre Nguyên Van Viên. Además participaron casi cien sacerdotes y millares de laicos.

En la asamblea estuvieron representadas la embajada de Francia y la Postulación para la beatificación de P. Jean Baptiste Malo.

Nuncio Apostólico

El nuncio apostólico en Vietnam, Mons. Leopoldo Girelli, que es nuncio no-residente, se encontraba presente en la celebración. Estaba presente, pero no pudo celebrar la misa: él fue prohibido de celebrar por las autoridades vietnamitas.

En una carta dejada por Mons. Girelli para el pueblo de Dios, refiriéndose a la circunstancia festiva, el Nuncio afirmó: «Hoy es una ocasión realmente especial, muy importante y quise mucho estar aquí para rezar con ustedes. Infelizmente, me fue prohibido por las autoridades».

Padre Malo

En la carta dejada a los fieles, Mons. Girelli habló sobre el misionero:

«Padre Malo era de las Misiones Exteriores de París, un ciudadano de la noble Francia y un amado hijo de la Iglesia católica francesa.»

Él «amaba mucho a Asia, continúa el Nuncio. Había dejado su país para ir a la China, donde fueron transcurridos 18 años en los cuales anunció el Evangelio de Jesucristo y ayudó a los pobres.»

Mons. Girelli historió que «cuando expulsado de China no dejó el continente asiático, transfiriéndose a Laos, donde vivió por dieciséis meses en circunstancias extremamente difíciles. P. Malo siempre amó a Asia y las tierras de Indochina.»

Él era un misionero, un mensajero de Jesucristo. Como todos los otros mensajeros, siempre tuvo una vida nómada en función de la evangelización. Es significativo que haya muerto en la estrada víctima de agotamiento durante el trágico viaje rumbo a la Diócesis de Vính.

Para Mons. Leopoldo Girelli, el Padre Malo «murió de agotamiento físico. Su muerte no fue causada por un acto de violencia. No derramó la sangre como tantos otros mártires, pero no tenía más sangre en su sistema circulatorio: podemos decir que su martirio fue un ‘martirio incruento'».

Ejemplo en seguir la voluntad de Dios

El Nuncio además resaltó más valores de la vida de Padre Malo: «Su amor por el Asia, los viajes misioneros y el martirio del P. Malo nos dejaron un ejemplo de seguimiento de la voluntad de Dios y de fuerza de la fe para testimoniar a Jesucristo y los valores cristianos en la difícil situación de la sociedad de hoy».

Vietnam en los planes de Dios

«Dios tiene un plan para la Iglesia en Vietnam, pero precisa de colaboración.

«El futuro de la Iglesia en Vietnam depende de ustedes y de la fe de ustedes. Sé que ustedes están enfrentando muchos desafíos. La fidelidad de ustedes a los principios cristianos es desafiada de muchos modos, inclusive por los procesos de secularización y por los límites a la propia libertad religiosa».

Para encerrar, recordando al Padre Malo, el Nuncio Apostólico dejó escrito en la carta dirigida a los fieles: «el amor trae siempre la victoria para nosotros», y además agregó que esta «es la realidad necesaria para construir nuestro futuro en un clima de paz». (JSG)

 

 

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