En el Ángelus, el Papa insta a confiar en Dios y no en el placer o el dinero

Ciudad del Vaticano (Lunes, 27-02-2017, Gaudium Press) En su reflexión en el Ángelus dominical, el Papa Francisco meditó sobre la confianza que debemos poner en Dios, «roca de nuestra salvación, a la que podemos aferrarnos con la certeza de no caer y nuestra defensa contra el mal siempre en acecho».

No buscar seguridad en bienes inmediatos o tangibles

«Dios es nuestro gran amigo, el aliado, el padre, pero no siempre nos damos cuenta», señaló el Pontífice, recordando con frecuencia preferimos apoyarnos en los bienes inmediatos y tangibles, particularmente el dinero y el placer, olvidando y a veces negando el amor paternal de Dios.

Dios «da alimento a todos los animales, cuida de los lirios y la hierba del campo (Mt 6, 26-28.); su mirada benévola y solícita acompaña cotidianamente nuestras vidas. Ella pasa por el interior de nuestras preocupaciones, que amenazan con quitarnos la serenidad y el equilibrio», dijo el Papa.

El recurrir a Dios, el «fiarnos de él no resuelve mágicamente los problemas, pero nos permite afrontarlos con el ánimo necesario. Con valentía. Soy valiente porque me fío de mi Padre, que cuida de todo y me quiere tanto».

Jesús nos da una regla que debe ser fundamento para nosotros: «‘Busquen primero el Reino de Dios’ (v 33). Se trata de llevar a cabo el proyecto que anunció Jesús en el Sermón de la Montaña, confiando en Dios que no defrauda».

Honrar a ídolos como el dinero y el placer «conduce a resultados tangibles aunque fugaces». Entretanto, «elegir a Dios y a su Reino no siempre muestra inmediatamente sus frutos. Es una decisión que se toma en la esperanza y deja a Dios la plena realización. La esperanza cristiana está ordenada al cumplimiento futuro de la promesa de Dios y no se detiene ante ninguna dificultad, ya que está fundada en la fidelidad de Dios, que nunca falla. Él es fiel, es un Padre fiel, un amigo fiel, es un aliado fiel».

El Papa concluyó su meditación pidiendo a la Virgen María que «nos ayude a confiar en el amor y la bondad del Padre celestial, a vivir en Él y con Él».

Con información de Radio Vaticano