Jerusalén (Miércoles, 01-03-2017, Gaudium Press) El Santo Sepulcro ya no tiene «muletas», según informó con esta peculiar comparación la Custodia de Tierra Santa: Las grandes vigas de acero que envolvían la edificación en medio de la Basílica y que se convirtieron en una de las características visuales del Lugar Santo por su permanencia desde 1947 fueron retiradas definitivamente en medio de los trabajos de restauración.
El Santo Sepulcro cambió notablemente su apariencia, aún no visible para los peregrinos. Foto: Custodia de Tierra Santa. |
Los operarios de la Universidad técnica de Atenas que adelantan las labores retiraron la estructura metálica en las noches del 22 al 25 de febrero, empleando una cortadora de alto rendimiento que trabaja con haces de luz. La máquina aportó una notable velocidad al trabajo de remoción, pero tuvo que suspenderse su uso por el número de vigas y la dureza del acero, por lo que el trabajo «se finalizó de la forma tradicional con sierras y usando muchas hojas que se gastaron rápidamente entre las vigas», reportó la Custodia de Tierra Santa.
«Los ojos de los habituales aún no se han acostumbrado a un edículo tan desprotegido. De momento, los andamios continúan escondiendo a la vista de los peregrinos y de los turistas este importante cambio», informó la Custodia. «A los equipos que trabajan en el lugar les queda menos de un mes para completar la restauración. El techo del edificio requiere todavía mucho trabajo así como el ajuste final del nuevo sistema de ventilación. También hará falta proceder a la limpieza necesaria para retirar todo el polvo que se ha levantado en la basílica».
Los trabajos avanzan y el Edículo ya exhibe una apariencia notablemente distinta. Foto: Custodia de Tierra Santa. |
La estructura del Edículo del Santo Sepulcro necesitaba una urgente restauración, aplazada repetidamente por los desacuerdos entre las comunidades cristianas que rinden culto a Dios en el Lugar Santo. La edificación, que reemplazó la destruida en 1808 por un incendio, fue víctima de graves daños en el terremoto registrado en 1927. Antes de cesar la administración de la Corona Británica de Palestina, los ingleses resolvieron cerrar la Basílica unilateralmente e instalar las vigas de acero para evitar su colapso.
Con información de Custodia de Tierra Santa
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