Roma (Martes, 21-03-2017, Gaudium Press) Un importante congreso se desarrolla en Roma bajo el título «Teología Cristiana Africana: Memorias y Misión para el siglo XXI», y representa un hito de la vitalidad de la Iglesia en el continente, siendo la mayor reunión de prelados africanos en Roma desde el Sínodo de los Obispos para África de 2009. Su principal organizador, P. Paulinus Odozor, manifestó al informativo estadounidense Crux que la Iglesia en África tiene puesta su atención en su crecimiento y en desafíos distintos a los que enfrenta la Iglesia en Occidente, de igual manera se desmarca de las controversias que han tomado un papel protagónico en otras latitudes.
La Iglesia en África vive realidades distintas a las de otros continentes y realiza un aporte propio a la Iglesia universal. Foto: Gustavo Kralj / Gaudium Press |
El congreso convoca del 22 al 25 de marzo a teólogos africanos, académicos internacionales interesados en temas de religión y sociedad, a autoridades eclesiásticas y otros participantes especializados en un evento patrocinado por la Universidad de Notre Dame. Los ponentes y asistentes reflexionarán sobre la identidad de la teología africana, la forma en que ésta contribuye a la Iglesia y la sociedad y su aporte para el mundo entero
Entre los participantes se encuentran los Cardenales Francis Arinze y John Onaiyekan, provenientes de Nigeria, el Card. Laurent Monsengwo de República Democrática del Congo, y el Card. Peter Turkson, de Ghana. El P. Odozor explicó que el concepto de teología africana surge cuando los sacerdotes africanos comenzaron a formarse en teología en Roma y en universidades europeas a mediados del siglo XX, creando un aporte que iba más allá de simplemente recibir la fe desde su compresión europea.
Una Iglesia local con su propia agenda
Entre los desafíos propios de la Iglesia en África, el P. Odozor citó el «colonialismo, la independencia, la guerra, la epidemia de VIH/Sida, el aumento del extremismo islámico», así como la globalización y la revolución sexual. Estas graves preocupaciones se encuentran distantes de las controversias de la iglesia en Occidente como las propuestas de cambio de la disciplina de la Iglesia en la administración del sacramento de la Eucaristía para divorciados vueltos a casar.
«El problema con Occidente es que hace estrechas las cosas, despojando un texto como ese (Amoris Laetitia) a uno o dos asuntos», afirmó el P. Odozor, quien afirmó que la controversia no es importante para África. «No lo es, porque la resolvimos hace mucho. No pueden (recibir la Comunión). Todos están de acuerdo con esto». El sacerdote explicó que la Iglesia en África no enfrenta problemas de divorcio y nuevas uniones, sino con situaciones como la poligamia. «Si usted va a las parroquias ordinarias en la mayoría de África, encontrará que las personas de las que habla no se presentarían a comulgar porque ya aceptan que esas son las reglas. No es un problema, especialmente dado que las personas tienen una oportunidad de examinar sus matrimonios y preguntar si fueron celebrados válidamente (a través del proceso de nulidad)».
Los estimativos demográficos proyectan una creciente importancia de la iglesia en África. Según el World Christian Database, la población católica en África en 2050 sería de 450 millones de personas, siendo el continente con mayor número de fieles. En 30 años, la población africana sería de casi el doble de la europea. Actualmente, dos purpurados africanos ocupan cargos de gran relevancia en la Santa Sede: el Card. Robert Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, y el Card. Peter Turkson, nombrado al frente del nuevo Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral.
Con información de Crux.
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