Redacción (Miércoles, 29-03-2017, Gaudium Press) Con motivo del 30º aniversario de la visita que realizó San Juan Pablo II a Uruguay, se organizó en este país una peregrinación con la reliquia del Papa Polaco. El relicario, que ya había estado en Uruguay en junio de 2015 y contiene la sangre del santo Papa, llegó a la nación austral el pasado 25 de marzo donde fue recibida con gran alegría en la Catedral de Minas.
De allí viene realizando un recorrido por varios de los templos y santuarios principales del país, entre ellos la Catedral de Melos, donde permaneció para la veneración de los fieles el lunes 27; la Catedral de Florida, el martes 28; y la Catedral Metropolitana, el 29 de marzo. Un momento especial se vivió también el día 28 con la veneración de las reliquias en el Santuario Nacional de la Virgen de los Treinta y Tres, donde permaneció desde las 12:00 hasta las 18:00 horas.
Está previsto que el relicario llegue este jueves 30 al Santuario del Señor Resucitado en Tres Cruces, donde habrá un especial homenaje en memoria de las tres décadas de la visita de San Juan Pablo II.
San Juan Pablo II llegó a Uruguay el 31 de marzo de 1987 siendo recibido en el aeropuerto de Montevideo. |
A cargo de la reliquia se encuentran las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María (SCTJM), quienes han llevado al Uruguay, desde Roma, el relicario. A ellas, por petición del postulador de la causa de canonización del Papa Juan Pablo II, Mons. Slawomir Oder, se les encomendó la misión de custodiar la reliquia mientras ésta peregrina por el mundo.
Actualmente existen cinco reliquias de sangre de San Juan Pablo II. Una de ellas se halla Cracovia, muy cerca del pueblo natal del Papa; otra se está en la Catedral de la Almudena de Madrid.
Está previsto que como ocurrió hace 30 años, entre marzo y abril de 1987, cuando el Papa tras visitar Uruguay, también viajó a Chile y Argentina, la reliquia recorra otros países de América Latina.
San Juan Pablo II llegó a Uruguay el 31 de marzo de 1987 siendo recibido en el aeropuerto de Montevideo. Una vez pisó suelo de la nación austral, San Juan Pablo II expresó: «Al dirigir mi primer saludo a toda la nación y a la Iglesia en Uruguay, quiero ante todo dar gracias a Dios por haberme concedido la dicha de emprender este viaje apostólico. En su nombre os deseo: ¡Paz y prosperidad para toda la República Oriental del Uruguay!».
Actualmente existen cinco reliquias de sangre de San Juan Pablo II. Una de ellas se halla Cracovia, muy cerca del pueblo natal del Papa; otra se está en la Catedral de la Almudena de Madrid / Foto: CEU. |
Tras saludar al presidente, como a las demás autoridades uruguayaa, el Papa expresó también con gran cariño: «Mi abrazo fraterno a cada uno de mis amadísimos hermanos, los obispos de este país. Saludo también con afecto a todos los sacerdotes, religiosos y religiosas, diáconos, seminaristas y laicos comprometidos en la tarea evangelizadora de la Iglesia. Para todos vosotros, hombres y mujeres, niños y jóvenes, adultos y ancianos, mi saludo, mi afecto y mi bendición. El corazón del Papa se abre para acoger gozosamente, en el Señor, a todo el pueblo de Uruguay».
Durante su visita el Santo Pontífice se encontró en la Catedral de Montevideo con los sacerdotes, religiosos y religiosas del país; luego en el Palacio de Taranco con los dirigentes; y celebró una multitudinaria Eucaristía en la Explanada de las Tres Cruces, también en Montevideo. De allí partió para Chile y luego para Argentina.
«Al concluir mi breve e intensa visita apostólica a vuestra patria tengo que confesar que el Papa y los uruguayos han sabido entenderse perfectamente. Me llevo en el corazón el buen recuerdo de una calurosa acogida y de una grata estancia entre vosotros, jalonada de exquisitas muestras de amor y devoción al Sucesor de San Pedro. Gracias por todo. Gracias por vuestra hospitalidad que es ya una invitación para volver a visitaros con más tiempo», dijo San Juan Pablo II al despedirse de Uruguay.
Con información de la Conferencia Episcopal Uruguaya y Vatican.va.
Deje su Comentario