Ciudad del Vaticano (Lunes, 17-04-2017, Gaudium Press) La Plaza de San Pedro fue transformada en un verdadero jardín florido para las celebraciones de las ceremonias de la Resurrección de Cristo.
Más de 35 mil flores y plantas fueron traídas de Holanda especialmente para esta ocasión con la intención de simbolizar la alegría por la Resurrección del Señor.
Homenaje holandés por 31ª vez
La ya tradicional decoración de la Plaza San Pedro es un homenaje holandés para el Pontífice por ocasión de las solemnidades de la Pascua del Señor que se realiza por 31ª vez.
El homenaje, además de enfatizar la sacralidad de la liturgia es rico de referencias simbólicas al mensaje pascual. La Pascua de la Resurrección del Señor representa un evento único para evidenciar el valor de las flores y las plantas en diversos momentos de la vida.
Un equipo es siempre conformado para realizar el montaje y todo lo demás que se haga necesario para que la Plaza sea transformada en un jardín ricamente colorido con las más bellas flores de Holanda.
Como ya en otras ocasiones, el trabajo de decoración de la Plaza fue coordinado por el equipo de Paul Deckers que resaltó que, para él, «cada año es un momento de pura magia».
Deckers cuenta que «un camión que viene de Holanda llega siempre el jueves, antes de la Pascua. Luego que llega, descargamos los arbustos, las flores y las composiciones florales ya preparadas en Holanda y, así, se comienza a decorar el jardín primaveral en la Plaza San Pedro. Es siempre un desafío decorar la enorme plaza y transformarla en una gran pantalla de flores».
Cuidados con la decoración
Todo en el montaje de la Plaza es estudiado previamente. La disposición de los arbustos y de las composiciones florales es proyectada para no interferir en el desarrollo de la Misa y las ceremonias.
Hasta los ángulos para mejor orientar los encuadramientos de las cámaras de las televisiones que transmitirán la celebración, son previamente estudiados para llegar a los telespectadores de todo el mundo las mejores tomadas televisivas.
Millones de telespectadores pueden ver la belleza escénica del montaje que, como siempre son compuestas por flores que, en su mayoría, traen los colores que representan los colores papales y de la Ciudad del Vaticano: amarillo y blanco. (JSG)
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