La Plata (Martes, 18-04-2017, Gaudium Press) Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata – Argentina, habló en su columna semanal sobre cómo los cristianos deben celebrar, con confianza la Pascua de Resurrección.
«Toda la Cuaresma nos ha ido advirtiendo e inculcando la metanoia, la conversión, el cambio de mentalidad, del modo de pensar las cosas, de vernos a nosotros mismos y a nuestro prójimo», destacó el prelado, y aseguró que «todo eso se tiene que concretar en la Pascua», que es «el gran domingo del año, el domingo por excelencia».
La resurrección de Jesús es la manera como «nosotros, los cristianos, tenemos que interpretar nuestra vida y también nuestra muerte. El Señor estuvo muerto y nosotros somos mortales. Y Él estuvo muerto porque quiso compartir en todo nuestra humanidad, también en nuestra muerte».
«El problema de la muerte es una cuestión difícil de abordar para todos, aún para una persona de fe», expresó Mons. Aguer. «Uno tiende a mirar la muerte con aprensión, con temor, es una especie de túnel oscuro que uno no sabe cómo va a atravesar. La fe nos dice que en el otro extremo de ese túnel se encuentra el Señor esperándonos y que, además, como profesamos en el credo, al fin de los tiempos, cuando vuelva Jesús como Rey para instaurar definitivamente su Reino, nuestros cuerpos van a resucitar», dijo.
Entretanto, expresó también el Arzobispo, ese paso de la muerte a la vida, tras las huellas de Jesús, implica ya «la muerte del egoísmo, de la autorreferencialidad, del olvido de los demás, a la vida de la caridad verdadera».
Con información de Aica
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