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Viena (Martes, 18-04-2017, Gaudium Press) El Obispo Steven Lopes, primer Obispo nombrado al frente de un Ordinariato anglocatólico, el Ordinariato Personal de la Sede de San Pedro con jurisdicción sobre las comunidades católicas provenientes del anglicanismo en Estados Unidos y Canadá, explicó la forma como la Congregación para la Doctrina de la Fe llegó a la solución implementada por el Papa Benedicto XVI en su Constitución Apostólica Anglicanorum Coetibus de 2009. Su exposición fue hecha ante los estudiantes y alumnos del Institut für Historische Theologie, Liturgiewissenschaft und Sakramententheologie de la Universidad de Viena, Austria.
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| Mons. Steven Lopes, Obispo nombrado al frente del Ordinariato Personal de la Sede de San Pedro. Foto: Salt + Light. |
Las palabras de Mons. Lopes exponen una perspectiva de primera mano, ya que el prelado no es uno de los convertidos admitidos en la plena comunión a través de los Ordinariatos, sino uno de los oficiales de la Congregación de la Doctrina de la Fe más estrechamente relacionado con el proceso de creación de estas jurisdicciones eclesiásticas y gran conocedor de los elementos de la tradición anglicana compatibles con la fe católica y protegidos a través de la figura de los Ordinariatos.
Según explicó el Obispo, la creación de los Ordinariatos fue producto de varios intentos fallidos y experiencias difíciles vividas a nivel local, en las cuales se probó que no era suficiente diseñar soluciones que luego fueran encomendadas a las conferencias episcopales o las diócesis. «Digamos por ejemplo, que si la Santa Sede trabajara con un grupo de anglicanos para elaborar una propuesta, y si dicha propuesta fuera encomendada a una Conferencia Episcopal para su implementación, y luego esa Conferencia Episcopal simplemente descartara la propuesta en un comité, entonces un nuevo acercamiento tendría que incluir consulta a las Conferencias Episcopales locales pero reservar la dirección y supervisión de la implementación a la Santa Sede», propuso como ejemplo, según informó National Catholic Register.
De una manera similar sucedería con una propuesta de encardinar al clero convertido al catolicismo en las diócesis locales: «si esos sacerdotes fueran reasignados o asimilados en las diócesis locales de forma que no pudieran ejercer su ministerio a sus antiguas comunidades», entonces «un nuevo acercamiento incluiría crear una estructura jurídica que permitiera la incardinación de los sacerdotes y la membresía canónica de los laicos de forma que su carácter distintivo no se perdiera en el mucho más grande océano de la vida católica».
Mons. Lopes compartió el ejemplo, de público conocimiento, de la diócesis anglicana de Amritsar, India, que pidió la admisión a la Iglesia Católica en un proceso de 1977 a 1982. La Congregación para la Doctrina de la Fe elaboró una «provisión litúrgica robusta», pero la implementación fue dejada en manos de la Conferencia Episcopal de India, la cual juzgo que no era necesaria. Al final del proceso, sólo dos sacerdotes y unos 200 fieles anglicanos solicitaron su admisión en la Iglesia Católica.
Los esfuerzos de la Congregación para la Doctrina de la Fe no sólo buscaron abrir una puerta de entrada para las comunidades anglicanas que buscan una plena comunión con la Iglesia Católica, sino que se ocupa del «oficio pastoral, de nutrir a personas reales en la fe y su expresión correcta en la vida sacramental», concluyó Mons. Lopes. «Y esa unidad de fe permite una vibrante diversidad en la expresión de dicha fe».
Con información de National Catholic Register.
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