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Ciudad del Vaticano (Miércoles, 19-04-2017, Gaudium Press) En la catequesis de la Audiencia General, realizada en la Plaza de San Pedro, el Pontífice mostró la trascendentalidad de la Resurrección de Cristo para el surgimiento y desarrollo de la fe cristiana: «Si todo hubiese terminado con la muerte de Jesús, sólo tendríamos en él un ejemplo de entrega y generosidad, pero no sería suficiente para generar nuestra fe, porque la fe nace en la mañana de Pascua».
Por el contrario, «Cristo resucitado es nuestra esperanza. El cristianismo es un camino de fe que nace de un evento, testimoniado por los discípulos de Jesús. Como nos dice San Pablo: Cristo murió por nuestros pecados, fue sepultado, resucitó al tercer día y se apareció a Pedro y a los Doce».
Las manifestaciones del Señor resurrecto fueron múltiples y todas entusiasmantes para los miembros de la primitiva comunidad cristiana: «San Pablo, al relatarnos la experiencia de las personas que han entrado en contacto con el Resucitado, hace referencia primero a Cefas, luego a los Doce, después a más de quinientas personas, a Santiago y por último se cita a sí mismo. Jesús quiso salir al encuentro de Pablo, perseguidor de la Iglesia, cuando iba camino de Damasco, y para el Apóstol ese fue un acontecimiento que cambio su vida», expresó el Pontífice.
El Papa insistió en que la resurrección del Señor es una cuestión de hecho, un hecho histórico, que tiene sus consecuencias. «Jesús ha muerto, fue sepultado, resucitó y se apareció, es decir, Jesús está vivo. Éste es el centro del mensaje cristiano». «También el Señor quiere hacerse presente en nuestras vidas para conquistarnos y no abandonarnos jamás. Ser cristianos significa reconocer y abrazar el amor que Dios tiene por nosotros, que vence el pecado y la muerte».
El Papa Francisco concluyó su meditación invitando a gozar en la resurrección de Jesús, para que también «podamos comunicar con nuestra vida que Él está aquí y vive en medio de nosotros».
Con información de Radio Vaticano
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