Bogotá (Jueves, 20-04-2017, Gaudium Press) «Empujados por Espíritu para la misión, construyamos el futuro vocacional para una Iglesia reconciliada» es el título de la cartilla que la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), desde el Departamento de Ministerios Ordenados, ha puesto a disposición para celebrar del 2 al 7 de mayo la Semana Vocacional.
La iniciativa tendrá lugar en todas las jurisdicciones eclesiales de Colombia en el marco de la 54º Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, que justamente tiene por tema «Empujados por el Espíritu para la Misión», tal como lo propuso el Papa Francisco.
El propósito del material es brindar una guía que contribuya a la realización de la Semana Vocacional a partir de varias actividades que favorezcan la reflexión en torno a la «dimensión cristiana de la llamada cristiana», como se refiere el Pontífice en el mensaje para la Jornada, y se convoque a los jóvenes a una mayor consciencia sobre su vocación.
Foto: CEC. |
«En nuestro deseo que estas iniciativas se realicen del 2 al 7 de mayo, de tal manera que motivemos durante estos días, la participación de los jóvenes, colegios, universidades, de nuestras familias y comunidades parroquiales, en la LIV Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, con motivo de la fiesta del Buen Pastor, el domingo 7 de mayo», se explica en la presentación de la cartilla.
También se convoca a los animadores vocacionales, así como a los seminaristas, equipos de formación vocacional, párrocos y agentes de pastoral, para que tengan en cuenta las iniciativas que se proponen en el documento y así «proponer a los bautizados un proyecto de vida, incluyendo de modo claro y directo del estilo de vida sacerdotal o consagrado».
En la cartilla se ofrece el Mensaje del Santo Padre Francisco para la 54º Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, quien hace énfasis sobre la llamada misionera de todo cristiano.
«Quien se deja atraer por la voz de Dios y se pone en camino para seguir a Jesús, descubre enseguida, dentro de él, un deseo incontenible de llevar la Buena Noticia a los hermanos, a través de la evangelización y el servicio movido por la caridad. Todos los cristianos han sido constituidos misioneros del Evangelio. El discípulo, en efecto, no recibe el don del amor de Dios como un consuelo privado, y no está llamado a anunciarse a sí mismo, ni a velar los intereses de un negocio; simplemente ha sido tocado y trasformado por la alegría de sentirse amado por Dios y no puede guardar esta experiencia solo para sí: ‘La alegría del Evangelio que llena la vida de la comunidad de los discípulos es una alegría misionera'», escribe el Papa citando la Exhortación Apostólica ‘Evangelium Gaudium’.
También propone una Hora Santa Vocacional para orar por las vocaciones con el Santísimo Sacramento expuesto; el retiro espiritual «Buen Pastor» con el que se pretende favorecer un encuentro de reconciliación con la opción personal hacia la vida sacerdotal; el encuentro vocacional para las familias «La familia cuna de las vocaciones», con el objeto de comprender la misión y tarea que tiene la familia en la educación de las nuevas generaciones «como esperanza de la sociedad y la Iglesia, resaltando la relación que existe entre familia, educación y vocación», según se expone en la cartilla; un triduo en preparación para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, además de videos vocacionales y oraciones especiales para la Jornada.
Entre los materiales también está la Oración por las Vocaciones de San Juan Pablo II de la 31º Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.
¡Oh, Sagrada Familia de Nazaret!,
comunidad de amor de Jesús, María y José,
modelo e ideal de toda familia cristiana,
a ti confiamos nuestras familias.
Abre el corazón de cada hogar a la fe,
a la acogida de la palabra de Dios,
al testimonio cristiano,
para que llegue a ser manantial
de nuevas y santas vocaciones.
Dispón el corazón de los padres
para que, con caridad solícita,
atención prudente y piedad amorosa,
sean para sus hijos guías seguros
hacia los bienes espirituales y eternos.
Suscita en el alma de los jóvenes
una conciencia recta y una voluntad libre,
para que, creciendo en sabiduría, edad y gracia,
acojan generosamente el don de la vocación divina.
Sagrada Familia de Nazaret,
haz que todos nosotros,
contemplando e imitando la oración asidua,
la obediencia generosa, la pobreza digna
y la pureza virginal vividas en ti,
nos dispongamos a cumplir la voluntad de Dios,
y a acompañar con prudente delicadeza
a cuantos de entre nosotros
sean llamados a seguir más de cerca al Señor Jesús,
que por nosotros; se entregó a sí mismo» (cf. Ga 2, 20). Amén.
Con información de la Conferencia Episcopal de Colombia.
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