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Ciudad de México (Viernes, 28-04-2017, Gaudium Press) No hay Iglesia católica en México sin Virgen de Guadalupe, el fenómeno mariano hace parte de la esencia del país, por eso los Obispos de esta nación se reúnen esta semana en la Asamblea Plenaria para avanzar en la elaboración de un Proyecto Global hacia el año 2031 – 2033, cuando se conmemoran los 500 años de las apariciones de la Guadalupana, acontecimiento ocurrido en 1531, y los 2000 de la muerte de Cristo en el año 33.
El reto de este plan global, como dice el lema, es el de «Mirar lejos, ocupándonos de nuestros desafíos actuales, inspirados en Jesucristo nuestro Redentor y en María de Guadalupe».
Tal como explica Mons. Felipe Arizmendi Esquivel, Obispo de San Cristóbal de Las Casas, este es un proyecto que ya lleva un tiempo trabajándose desde diversas instancias. Actualmente se halla en su segunda fase, con consultas en las diócesis y provincias.
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| En el 2031 se cumple el 5º centenario de las apariciones de la Virgen de Guadalupe, ocurridas en 1531. Los obispos mexicanos avanzan en la elaboración del Proyecto Global 2031-2033, inspirado en la Guadalupana / Foto: Cathopic. |
«El proyecto quiere ser una herramienta pastoral de largo alcance y pronta respuesta. Tenemos en cuenta la realidad actual, pero con las megatendencias que se vislumbran. Queremos articular mejor nuestro servicio episcopal, potenciando el diálogo al interior de la Iglesia y con el mundo. Estamos convocados a servir apasionadamente a nuestra nación, con los dones recibidos desde nuestra experiencia del amor y la misericordia de Dios», comenta Mons. Arizmendi Esquivel.
Durante la apertura de la Asamblea Plenaria el pasado 25 de abril, el Cardenal Francisco Robles, Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano dijo a los obispos que hay que reconocer «que estamos viviendo muchos desafíos a los que, con ojos y corazón de pastorales, debemos dar respuesta».
Entre los desafíos están los altos índices de violencia, la migración, la difícil situación económica que enfrentan las familias, y una sociedad insatisfecha con sus dirigentes, etc.
En este sentido, el Cardenal llamó a los obispos a «ser conscientes que el difícil escenario nacional es también parte de nuestro escenario eclesial», y que «el destino de nuestro pueblo es y será el destino de nuestra Iglesia».
En la sesión de apertura de la Asamblea Plenaria también intervino Mons. Franco Coppola, Nuncio Apostólico en México, quien al saludar a los obispos expresó su alegría por confirmar cómo la Virgen de Guadalupe «es innegablemente parte esencial de la historia y de la identidad de México y de los mexicanos, y es también uno de los mayores íconos de su fe y de su devoción católica».
Por esta razón, ante el plan global 2031-20133, con el que se conmemorará el 5º centenario de la aparición de la Guadalupana, el nuncio llamó a sintetizarlo en dos puntos: favorecer que María Madre sea acogida como tal: como Madre; y asumir el empeño de ser como Iglesia, más Iglesia – Madre, siguiendo los pasos, el modelo y el método de la Virgen de Guadalupe.
En la tarde del primer día de la Asamblea Plenaria el Padre Gustavo Watson Marrón, director de los archivos históricos de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe y del Arzobispado de México, realizó un análisis de los términos pastorales frente a los retos de la Iglesia en México al acercarse los 500 años del Acontecimiento Guadalupano.
En su estudio, el sacerdote enumeró siete aspectos para tener en cuenta: La inculturación; Santa María de Guadalupe, mujer y madre; la construcción de la casita sagrada; el papel de fray Juan de Zumárraga; María de Guadalupe alienta a Juan Diego a cumplir su misión; la virtud de la caridad por encima de todo; y la Comunión que Santa María de Guadalupe ha generado en el Episcopado.
La Asamblea Plenaria del Episcopado Mexicano se clausurará el 28 de abril. Participan 134 obispos de 95 circunscripciones eclesiásticas.
Con información de la CEM y Zenit.
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