Ciudad del Vaticano (Viernes, 28-04-2017, Gaudium Press) Una mujer británica que se dedica desde su hogar a confeccionar ornamentos religiosos regaló al Papa emérito Benedicto XVI una bella casulla con motivo de su cumpleaños número 90. La mujer tuvo el privilegio de obtener una audiencia con el Pontífice para entregarle personalmente el obsequio, que fue muy bien recibido por Su Santidad. El diseño del ornamento está inspirado en las vestiduras reales de Nuestra Señora de Altotting, una de las advocaciones favoritas de Benedicto XVI.
Benedicto XVI recibe el obsequio durante un breve encuentro. Foto: Clare Short. |
«Con mi esposo recuperándose de una larga enfermedad e inhabilitado para trabajar, sabía que tenía que hacer algo para proveer un ingreso a mi familia», relató Clare Short, sastre eclesiástica y madre de tres hijos, a New Liturgical Movement. Antes de iniciar el trabajo con los ornamentos, Short elaboraba pasteles de boda, negocio que dejó tras el cambio de la definición legal de matrimonio y la posibilidad de demandas si objetaba trabajar en uniones que no corresponden con la institución natural.
Nuestra Señora de Altotting y detalles del bordado de la casulla. Foto: Clare Short. |
La elección de la confección de ornamentos fue hecha a causa de su valoración de la estética como parte integral del culto divino. «Comparto la creencia de Benedicto XVI de que la belleza es un elemento altamente importante y espiritual de la liturgia», explicó. «La belleza es algo que nos saca de nosotros mismos hacia un encuentro con lo trascendente». Se dedicó entonces a satisfacer una necesidad evidente de ornamentos de buena calidad y precios asequibles que aporten belleza y reverencia a la liturgia.
«Era mi objetivo con este conjunto de ornamentos del cumpleaños número 90 sobrepasar todo lo que había realizado anteriormente», continuó. «Para el diseño del bordado, me inspiré en una de las advocaciones marianas favoritas del Papa Benedicto, Nuestra Señora de Altotting. En su vestidura se puede apreciar un girasol, flores de las nieves y enredaderas». La advocación fue sugerida por Alessandra Dee Crespo, admiradora del Pontífice y quien obtuvo la audiencia tras enterarse de que la sastre pretendía enviar su obsequio por correo.
«Acercarme al Papa emérito fue uno de los momentos más surrealistas de mi vida. Al saludarlo cada unos e arrodilló y besó su mano y su anillo. No había sino alegría y amor en sus ojos. Insistió en sostener nuestras manos mientras nos hablaba, lo que confirmó su naturaleza amable y gentil», resaltó Short, quien destacó la notable atención del Arzobispo Georg Gänswein en el servicio del Papa emérito. «Cuando saqué la casulla de la bolsa y le deseé un feliz cumpleaños número 90, el rostro de Benedicto se iluminó», agregó. Mons. Gänswein reconoció al momento la inspiración en Nuestra Señora de Altotting. El Pontífice emérito agradeció a la mujer y los donantes que hicieron posible el obsequio y cuyos nombres fueron bordados en el interior, e impartió su bendición a los visitantes.
Con información de New Liturgical Movement.
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