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Melbourne (Lunes, 01-05-2017, Gaudium Press) A través de una Carta Pastoral a los Católicos de Victoria, cuatro Obispos australianos rechazaron la propuesta local de legalización del suicidio asistido, recordando que el poner fin deliberadamente a una vida a través de una acción directa de un médico o su cooperación a alguien que comete suicidio «nunca está justificado». Los prelados advirtieron sobre el eufemismo «muerte asistida» empleado por los promotores y explicaron que la asistencia a un agonizante «no debería involucrar una inyección letal».
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| Portada de un folleto sobre las alternativas auténticas a ala eutanasia de la Conferencia de Obispos de Australia. |
«La eutanasia y el suicidio asistido son el opuesto del cuidado y representan el abandono del enfermo y el sufriente, de los ancianos y los moribundos», comentaron los prelados. «En su lugar, motivamos a todas las personas de buena voluntad a responder a este nuevo desafío con verdad y compasión. deseamos afirmar que nuestra tarea es proteger, alimentar y sostener la vida al tope de nuestras habilidades».
Los Obispos felicitaron los avances recientes en la oferta de cuidados paliativos, los cuales fueron destacados como el objetivo que deberían tener los esfuerzos estatales y sociales. Las propuestas contrarias fueron introducidas bajo el supuesto de hallar maneras «seguras» para ser implementadas. «Deberíamos ser claros», declararon los Obispos: «no existe una manera segura para matar personas o ayudarlas en su suicidio. Por milenios, la Iglesia y la sociedad civil han entendido que esas acciones son moralmente y éticamente erradas. El mandamiento «No Matarás» es una norma bíblica y civil y debería seguir siéndolo por muy buenas razones»
La Carta Pastoral recordó que la eutanasia sólo fue legal por un breve lapso y en una sola región del país y que los legisladores pudieron posteriormente ser conscientes de que la eutanasia se convierte en una amenaza para las personas vulnerables, como son los enfermos y los sufrientes. El carácter limitado de la propuesta fue descartado por los Obispos como un argumento válido citando casos como el de la legislación belga que legalizó la eutanasia para ciertos casos y ha continuado ampliando su aplicación para admitir la eutanasia de niños y posteriormente la de enfermos psicológicos. «Debemos, por tanto, exigir a nuestros representantes electos a resistir este ‘primer paso'», exhortaron.
«En este tiempo especialmente queremos motivarlos a ustedes, nuestros hermanos y hermanas, a orar y actuar», indicaron los prelados, que pidieron unirse a los esfuerzos de los grupos laicales y asociaciones, así como los programas parroquiales y diocesanos en favor del respeto a la vida. La Carta Pastoral fue firmada por el Arzobispo de Melbourne, Mons. Denis Hart, y los Obispos de Ballarat, Sale y Sandhurst, Mons. Paul Bird, Mons. Patrick O’Regan y Mons. Leslie Tomlinson.
Con información de Arquidiócesis de Melbourne.
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