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Brasilia (Jueves, 02-05-2017, Gaudium Press) La primera Misa realizada en la Capital Federal ocurrió el 3 de mayo de 1957.
Pasados 60 años, este hecho histórico será rememorado durante ceremonia presidida por el Arzobispo emérito, Cardenal José Freire Falcão, el próximo día 3 de mayo, a las 10:00 horas, en la Catedral Metropolitana de Nuestra Señora Aparecida.
Desde 2008, la Arquidiócesis de Brasilia recordaba este hecho histórico con una Misa en la Plaza de Cruzeiro. Con todo, a partir de 2014, la realización de esta solemnidad fue transferida a la Catedral.
El Distrito Federal tuvo su primera celebración eucarística presidida por el Cardenal Carlos Camelo de Vasconcelos Motta, a invitación del entonces Presidente de la República, Juscelino Kubitschek.
En aquella ocasión, la ceremonia tuvo lugar en la Plaza de Cruzeiro, punto más alto del Planalto Central, y marcó así el inicio de la construcción de Brasilia. También en esta primera Misa, la Capital Federal acogió la Imagen de Nuestra Señora Aparecida.
Vale recordar que la cruz de madera usada en la celebración de 60 años atrás se encuentra expuesta hasta hoy en la Catedral.
«Hoy es el día de Santa Cruz. Día en que Brasilia, ayer apenas una esperanza y hoy entre todas la más joven de las hijas de Brasil, comienza a erguirse, integrada en el espíritu cristiano, causa, principio fundamento de nuestra unidad nacional; día en que Brasilia se torna auténticamente brasileña. Porque desde sus orígenes Brasil existe con la presencia de Cristo. Este es el día del bautismo del Brasil nuevo».
«Es el día de la esperanza, el día de la resurrección de la esperanza. Es el día de la ciudad que nace. Plantamos, con el Sacrificio de la Santa Misa, una semilla espiritual en este sitio que es el corazón de la Patria. Me sea permitido formular una ardiente súplica, en este momento: que Nuestra Señora de Aparecida, la Patrona de Brasil y Madrina de Brasilia, vele por esta ciudad que surge, resguarde a los que la vengan habitar, vuelva los ojos benignos para los hombres públicos que de aquí deberán dirigir esta Nación, a fin de que ellos honren a nuestros mayores y sirvan condignamente a las generaciones futuras. Que Brasilia se modele en la conformidad de los altos designios de lo Eterno; que la Providencia haga de esta nuestra tierra un reflejo de la ciudad de Dios; que ella crezca bajo el signo de la Caridad, la Justicia y la Fe», dijo Juscelino Kubitschek, al final de la primera Misa. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Brasilia
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