Ciudad del Vaticano (Jueves, 04-05-2017, Gaudium Press) Antes de iniciar su serie de audiencias de ayer jueves (04/05), el Papa Francisco celebró la misa en la capilla de la Casa Santa Marta.
En su homilía en la Misa celebrada en la Capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco comentó tres palabras extraídas de la Primera Lectura del capítulo 8º de los Hechos de los Apóstoles.
Francisco invitó a los fieles presentes a releer este trecho en casa, con calma.
La primera expresión comentada fue «Prepárate y ve» que fue dirigida a Felipe por un Ángel: «Esta es una señal de la evangelización», dijo el Papa. Para él, la vocación y la gran consolación de la Iglesia es evangelizar:
«Pero para evangelizar, ‘prepárate y ve’. No dice: ‘Quédese sentado, tranquilo, en casa’: ¡no! La Iglesia, para ser siempre fiel al Señor, debe estar de pie y en camino: ‘Prepárate y ve’. Una Iglesia que no se levanta, que no está en camino, cae enferma».
Para el Papa, una Iglesia parada acaba cerrada con tantos traumas psicológicos y espirituales, «cerrada en el pequeño mundo de los chismes, de las cosas… cerrada, sin horizontes». «Prepárate y ve, de pie y en camino. Así debe actuar la Iglesia en la evangelización», destacó.
La segunda expresión comentada
Otra expresión que el Papa Francisco comentó fue: «Aproxímate a ese carro y acompáñalo». Es la exhortación sucesiva que Felipe recibe del Espíritu.
En el auto, había un eunuco etíope, que fue a Jerusalén para adorar a Dios y que, mientras viajaba, leía el profeta Isaías. Se trata de la «conversión de un ministro de la economía» y, por tanto, de «un gran milagro».
El Espíritu exhorta Felipe a aproximarse a aquel hombre, «no le dice para predicar», afirmó Francisco, que resaltó la importancia de una Iglesia que sepa oír la inquietud del corazón de todo el hombre:
«Todos los hombres, todas las mujeres tienen una inquietud en el corazón, buena o mala, pero hay una inquietud. Oiga aquella inquietud. No dice: «Ve y haz proselitismo». ¡No, no! «Ve y oye». Oír es el segundo paso. El primero es «Prepárate y ve»; el segundo, «oye».
Aquella capacidad de escucha: lo que las personas sienten, lo que siente el corazón de esa gente, lo que piensan…
¿Pero piensan cosas equivocadas? Pero yo quiero oír esas cosas equivocadas, para entender bien dónde está la inquietud.
Todos tenemos una inquietud dentro de nosotros. El segundo paso de la Iglesia es encontrar la inquietud de las personas».
Después, es el propio etíope que, viendo a Felipe que se aproxima, le pregunta de quién hablaba el Profeta Isaías y lo invita a subir y sentarse junto a él. Entonces, «con mansedumbre» – destacó el Papa – Felipe comienza «a predicar».
Así, «su inquietud encuentra una explicación que llena de esperanza su corazón». «Pero eso fue posible porque Felipe se aproximó y oyó».
Mientras el etíope oía, el Señor trabajaba dentro de él.
De este modo, el hombre entiende que la profecía de Isaías se refería a Jesús.
Su fe en Jesús entonces creció a tal punto que, cuando llegaron donde estaba el agua, pide para ser bautizado. «Fue él quien pidió el Bautismo, porque el Espíritu había trabajado en el corazón», subrayó el Papa.
Tercera palabra
La tercera palabra que el Papa destaca es, por último, la alegría, la «alegría del Cristiano».
Para concluir, el Papa hizo votos para que la Iglesia esté «de pie», sea «madre» que oye y, «con la gracia del Espíritu Santo», «encuentra la Palabra a decir»:
«La Iglesia madre que da a luz a tantos hijos con este método digamos – usemos la palabra – este método que no es proselitista: es el método del testimonio a la obediencia. La Iglesia, que hoy nos dice: ‘Alégrate’. Alegrarse, la alegría. La alegría de ser cristianos inclusive en los momentos más duros, porque después de la lapidación de Esteban, tuvo inicio una gran persecución y los cristianos se esparcieron por todos los lugares, como la semilla que el viento lleva. Y fueron ellos que predicaron la Palabra de Jesús. Que el Señor nos dé la gracia a todos nosotros de vivir la Iglesia así: de pie y en salida, en escucha de las inquietudes de las personas y siempre en alegría». (JSG)
(De la Redacción de Gaudium Press, con informaciones de RV)
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