San Pablo (Martes, 09-05-2017, Gaudium Press) Centenas de fieles, así como laicos, liderazgos pastorales y demás religiosos, comparecieron a la Catedral Metropolitana de San Pablo (Catedral de la Sede) para homenajear al Cardenal Odilo Pedro Scherer por sus diez años de ministerio episcopal como Arzobispo de San Pablo.
En la ocasión, estuvieron presentes los obispos auxiliares de San Pablo, además del Arzobispo de Sorocaba, Mons. Julio Endi Akamine, y Mons. Joseph Gébara, obispo de la Eparquía Greco Melquita.
Durante la Santa Misa en la Catedral, el Cardenal Scherer, en su homilía, hizo memoria del día de su posesión como Arzobispo de San Pablo. «Un momento particularmente fuerte para la vida de la Iglesia de San Pablo y también para el Brasil, pues estábamos preparándonos para recibir la visita del Papa Benedicto XVI, y también para la canonización de San Antonio de Sant’anna Galvão (San Fray Galvão). La Arquidiócesis de San Pablo lo acogió en nombre de todo el Brasil», recordó, así como los demás eventos ocurridos en 2007 considerados por él relevantes.
Según Mons. Odilo, esos diez años de arzobispado son un tiempo de reconocimiento de la realidad de la Arquidiócesis de San Pablo, «de conocer la riqueza y la amplitud de la vida de la Iglesia que aquí se expresa de múltiples formas, ya sea en sus parroquias y comunidades, como también en las múltiples organizaciones de la vida eclesial aquí en San Pablo. En las muchas iniciativas de la presencia de la Iglesia en la sociedad, sea a través de la presencia a los necesitados, en la asistencia social, en la salud, en la cultura».
El Cardenal comentó además que la vida de la Iglesia en San Pablo es muy rica, repleta de expresiones de vida eclesial, que son resultantes de un largo trabajo de la Arquidiócesis. Después, resaltó los trabajos de los obispos anteriores que ya pasaron por la Arquidiócesis y Diócesis de San Pablo, desde 1745, como el Cardenal Cláudio Hummes y el Cardenal Paulo Evaristo Arns, fallecido en diciembre de 2016.
Sobre la ciudad de San Pablo, Mons. Odilo dijo que todos los fieles son llamados a ser testigos de Jesucristo y a testimoniar que Dios habita esta ciudad. «Somos testigos de la buena noticia y del buen testimonio, de la caridad, la justicia y la solidaridad. De la valorización de la vida y la valorización de cada persona, incluso cuando ella no es valorizada por la sociedad».
El purpurado aprovechó la oportunidad para agradecer a los obispos auxiliares por el trabajo desempeñado en las regiones episcopales, así como a los padres que están al frente de diversas parroquias y comunidades, a los religiosos, consagrados, misioneros y laicos pertenecientes a las asociaciones y movimientos con diversos carismas. También invitó a los cristianos católicos a participar del primer sínodo de la Arquidiócesis de San Pablo, que será convocado oficialmente el 9 de junio próximo, en la Fiesta de San José de Anchieta.
Al final de la celebración eucarística, el Cardenal recibió homenajes venidos de canónigos catedralicios, obispos auxiliares, de religiosas y consagradas y de laicos. Después de este momento, solicitó que continuasen rezando por él y por todo el clero. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de San Pablo
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