Sídney (Viernes, 12-05-2017, Gaudium Press) Mons. Anthony Fisher, Arzobispo de Sídney, Australia, presidirá el día 13 de mayo una Eucaristía especial en la Catedral de Santa María para celebrar el Centenario de las apariciones de Fátima y consagrar la Arquidiócesis a Nuestra Señora de Fátima. El prelado destacó la coincidencia de la fiesta de Nuestra Señora de Fátima con el fin de semana en que se celebra día de las madres en Australia.
Imagen de invitación a la celebración de la Fiesta de Nuestra Señora de Fátima en Sídney, Australia. Foto: Arquidiócesis de Sídney. |
«Es una muy feliz coincidencia que este fin de semana tengamos la Fiesta de Nuestra Señora de Fátima y el día de las madres juntos», expresó el Arzobispo. «Nuestro día de Fátima llama nuestra atención a nuestra Madre celestial, quien viene a nosotros con sus lecciones de humildad». El prelado contrapuso el avance de las corrientes de la Nueva Era que pregonan el culto a la madre tierra, mientras que los vínculos filiales de los fieles con las madres terrenales y la Madre celestial ofrecen un auténtico sentido de maternidad «que nos inspira y nos apoya».
Mientras que las celebraciones en honor de Nuestra Señora de Fátima se realizarán en varias parroquias de la ciudad, la Catedral de Santa María será la sede de la Eucaristía central antecedida de una procesión mariana. Mons. Fisher compuso para la ocasión una oración de Consagración que compartió con todos los fieles a través del servicio informativo de la Arquidiócesis.
En la fórmula de Consagración, el Arzobispo se consagra personalmente, a los «hermanos y hermanas de la Arquidiócesis de Sídney y a toda la raza humana». De manera especial, el prelado confía a la protección de la Santísima Virge a los no nacidos, los discapacitados, los ancianos, la infancia, la juventud y a quienes padecen soledad y se encuentran en riesgo porque «buscan el sentido de la vida pero se están perdiendo en un mundo de confusión, influencias inmorales e ideas distorsionadas».
«¡Reina sobre nosotros y enséñanos cómo hacer que el Corazón de Jesús reine y triunfe en nosotros y en torno nuestro, como Él ha reinado y triunfado en Ti!», suplica el prelado en su consagración. El Arzobispo pide la fidelidad del amor filial de los fieles, la purificación de los corazones y la asistencia materna en la expiación por los pecados. «Ayúdanos cuando decidimos a vivir de acuerdo al Evangelio, a cumplir los Mandamientos de Dios y de la Iglesia, a recibir los sacramentos dignamente, especialmente los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía, y a contribuir a la construcción del Reino de tu divino Hijo, en unión con su Sacratísimo Corazón.
Con información de Arquidiócesis de Sídney.
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