Bogotá (Lunes, 15-05-2017, Gaudium Press) No hubo diócesis en Colombia que no celebrara con especial solemnidad el centenario de la primera aparición de la Virgen de Fátima, el pasado sábado 13 de mayo. Por ejemplo, en la Catedral Primada, las eucaristías de las 10:00 y las 12:00 dedicadas especialmente a honrar esta advocación de la Virgen se vieron abarrotadas de feligreses, que provenientes de diversas partes de la capital acudieron a honran a Aquella que apareció «más brillante que el sol».
Celebración en Pasto |
La catedral de Pasto, consagrada al Corazón de Jesús y a San Francisco, vio recorrer por sus alrededores una bella procesión con la Imagen del Inmaculado Corazón de María completamente florida, que después ingresó a su recinto para ser venerada no solo como Madre de Dios, sino como aquella que vino a traer al mundo ese gran mensaje de advertencia y de esperanza.
En Medellín el propio Arzobispo, Mons. Ricardo Tobón Restrepo, en ceremonia solemne coronó la imagen de Nuestra Señora de Fátima, una eucaristía que también vio a la imponente catedral medellinense colmada de devotos fieles. Durante varios días avenidas principales de la capital antioqueña albergaron vallas invitando a la ceremonia con el Arzobispo en su Sede principal.
Mons. Ricardo Tobón profiere homilía en la Catedral de Medellín |
Dignas de mención fueron las múltiples ceremonias religiosas oficiadas en la iglesia de Nuestra Señora de Fátima, en los alrededores de Tocancipá a unos 40 kilómetros al norte de Bogotá, iglesia regentada por los Heraldos del Evangelio, más conocidos en Colombia como los ‘Caballeros de la Virgen’.
Se habían programado cuatro misas, a las 8:00, a las 10:00, a las 12:00 y a las 16:00, pero hubo que agregar una eucaristía a las 14:00 y otra a las 18:00 por la gran afluencia de feligreses. Se calcula que a lo largo del día asistieron a este sitio de peregrinación alrededor de 18.000 personas. Las vías de acceso ‘colapsaron’, y muchas personas con alegría en el rostro prefirieron hacer a pie algunos de los kilómetros que los separaban de la iglesia, para que la visita a la Virgen también tuviera igualmente carácter de peregrinación penitencial.
Coronación de la Virgen en la iglesia Nuestra Señora de Fátima, Tocancipá |
En la ceremonia de las 12:00, el P. Carlos Tejedor, EP, hizo un recuento del mensaje que trajo la Virgen en 1917 y evidenció que varios de los pedidos de Nuestra Señora no habían sido atendidos como ella había instado, por lo que era de esperar que varias de sus advertencias se tornasen efectivas. Entretanto, recordó que también la Virgen había anunciado el triunfo de su Inmaculado Corazón, que no era otra cosa sino el triunfo del espíritu de la Virgen en los corazones de los hombres, y que en eso se cifraba la esperanza de los creyentes en Fátima.
El 13 de mayo, Colombia demostró que su religiosidad continúa muy viva, una religiosidad de profundo cuño mariano.
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