Roma (Martes, 16-05-2017, Gaudium Press) El pasado 13 de mayo se vivió un acontecimiento especial en la Ciudad Eterna. Una multitud de fieles se encontraron en la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén, para acoger a la imagen peregrina de la Virgen de Fátima, con ocasión de la fiesta de Nuestra Señora y por la 13º Jornada Nacional del Peregrino, iniciativa organizada por la Obra Romana de las Peregrinaciones (ORP). Junto a la imagen de la Virgen también llegaron dos reliquias de los santos Francisco y Jacinta, canonizados por el Papa Francisco el pasado 14 de mayo.
Mons. Liberio Andretta, vicepresidente y administrador delegado de la ORP, estuvo a cargo de saludar a los participantes de la Jornada, quienes llegaron a Roma desde varios puntos de Italia para participar del encuentro, a quienes alentó a tener confianza en Dios, pese a las dificultades: «Como María en el anuncio del arcángel, también nosotros nos vemos a menudo turbados ante tantas tragedias familiares y aquellas que se nos presentan a diario en la televisión (…), pero los verdaderos cristianos son valientes, no temen, se fían de Dios en la oración que puede cambiar los destinos de la historia».
Tras el recibimiento de la Virgen y el saludo del administrador delegado de la ORP, se llevó a cabo una solemne procesión con la imagen de Nuestra Señora de Fátima y el rezo del Santo Rosario hacia la Basílica de San Juan de Letrán, donde fue acogida por el Cardenal Agostino Vallini, Vicario del Papa para la Diócesis de Roma y Presidente de la ORP. El purpurado coronó la imagen y luego colocó sobre sus manos el Santo Rosario. Mientras esto ocurría, los cientos de fieles allí presentes agitaban pañuelos azules.
Cientos de fieles participaron de la procesión con la Virgen de Fátima que ocurrió desde la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén hasta la Basílica de San Juan de Letrán, en Roma / Foto: RomaSette.it. |
Posteriormente, ya con la imagen dentro del templo lateranense, tuvo lugar una Eucaristía, presidida por el Cardenal. Durante la homilía, Vallini hizo un recuento de las seis apariciones marianas acaecidas en Fátima hace cien años, subrayando la invitación a la conversión y a la oración que hizo Nuestra Señora.
Dijo que tal mensaje es aún actual para cada uno y que todos «debemos ser un mensaje de vida para nuestra ciudad, corazón del cristianismo». Al respecto, el Vicario del Papa cuestionó: «¿Pero es cristiana la Roma de este nuestro tiempo?», y luego respondió: «Hay tantos cristianos, pero son demasiado tranquilos, silenciosos, poco valientes en decir las cosas con gracia y delicadeza, pero sobre todo en el hacer comprender, con la fuerza del testimonio, cuales son las cosas decisivas que cuentan en la vida».
Al concluir la Misa, la imagen peregrina de la Virgen de Fátima fue trasladada de manera privada a la Basílica de Santa María la Mayor, donde ocurrió a las 21:00 horas una vigilia de oración marcada por el rezo del Rosario en simultánea con otros santuarios marianos del mundo: La Basílica de la Anunciación de Nazaret en Tierra Santa; el Santuario de Nuestra Señora de Fátima en Portugal; el Santuario de la Virgen Negra de Czestochowa, Polonia; y el Santuario argentino de Nuestra Señora de Luján, Buenos Aires.
Tras el Rosario simultáneo, comenzó una peregrinación nocturna con antorchas que culminó en el Santuario de la Virgen del Divino Amor, donde tuvo lugar una Eucaristía, presidida por Mons. Lorenzo Leuzzi, Obispo Auxiliar de Roma y Director de la Oficina para la Pastoral Universitaria.
«Mi Corazón Inmaculado será tu refugio y el cambio que te llevará a Dios», fue el tema de la 13º Jornada Nacional del Peregrino.
De la redacción de Gaudium Press, con información de RomaSette.it.
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