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Río de Janeiro (Viernes, 19-05-2017, Gaudium Press) La Catedral de San Sebastián de Río de Janeiro celebró recientemente la Pascua de los Militares. El Cardenal Arzobispo Orani João Tempesta presidió la ceremonia, concelebrada por el Arzobispo Militar de Brasil, Mons. Fernando Guimarães, por el obispo auxiliar Mons. Roque Costa Souza y diversos sacerdotes capellanes.
La misa tuvo la presencia de integrantes de las Fuerzas Armadas: Marina, Ejército y Aeronáutica, y también las Fuerzas Auxiliares del Estado: Policía Militar y Bomberos, y también la Guardia Municipal.
«Es un privilegio reunir todas las Fuerzas para juntos celebrar la Pascua, que es el anuncio de la vida y la esperanza en la resurrección de Cristo», dijo el capellán del Colegio Militar de Río de Janeiro, Padre Magnon Cavalcante da Silva.
En su homilía, Mons. Orani destacó la importancia de celebrar la Pascua con alegría, en la certeza que el Señor Resucitado está presente en la vida de cada militar, en su rutina de trabajo.
«Al celebrar la Pascua de los Militares, rezamos juntos por el trabajo y misión de cada militar. El hecho de ser cristiano y creer en Jesucristo hace una gran diferencia, principalmente en estos tiempos, en que enfrentamos diversos problemas sociales que se manifiestan de varias formas, en la violencia, la intolerancia, en diversas situaciones», declaró el purpurado.
Al final de la celebración, el Arzobispo Militar de Brasil, Mons. Fernando, recordó que la asistencia religiosa para las fuerzas militares y auxiliares es garantizada por la constitución brasileña y reguladas por una ley federal.
Conforme el arzobispo militar, «celebrar la Pascua es un acto de gratitud a Dios por el don de la vida y por los servicios que somos llamados a prestar, un momento de oración por nuestros hermanos y hermanas de farda que ya cayeron en el cumplimiento de su misión, y también una mirada para el futuro, de esperanza».
«Que el mensaje de la resurrección nos ayude en el servicio constitucional a la patria y haga que la sociedad brasileña, superando sus dificultades, pueda desarrollarse en paz y armonía», concluyó Mons. Fernando. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Río de Janeiro
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