Hong Kong (Domingo, 21-05-2017, Gaudium Press) El Cardenal Joseph Zen, Obispo emérito de Hong Kong y una de las voces más destacadas en favor de la libertad religiosa en China, comentó sus impresiones sobre el aparente estancamiento en los diálogos entre China y la Santa Sede para el informativo británico Catholic Herald. Sobre la situación, afirmó: «eso es bueno», a causa de las intenciones del gobierno chino de manipular el acuerdo en beneficio de su política de intervención sobre la Iglesia local.
Cardenal Joseph Zen, Obispo emérito de Hong Kong. Foto: AsiaNews. |
El purpurado ha advertido en reiteradas oportunidades sobre la desconfianza que inspiran las autoridades en medio de la comunidad de creyentes que padece serias restricciones a la libertad religiosa. «Nunca estoy en contra del diálogo porque usted debe hablar para poder llegar a un acuerdo», explicó. «Pero lo que digo es que sean cautelosos: ¿qué tipo de acuerdo usted va a obtener?».
«En mi consciencia, yo debo gritar cuáles son mis convicciones, porque sería un desastre si firman el acuerdo equivocado», advirtió el purpurado. Precisamente, las expectativas excesivas por parte de China serían el obstáculo que mantienen suspendido el avance de las negociaciones. «En este momento parece que las cosas no están procediendo (…). Creo que el gobierno quiere que la Santa Sede conceda todo. No sólo acera de la selección de los Obispos sino otras muchas cosas para controlar la Iglesia. Pero esas otras cosas no son posibles. Entonces el gobierno se niega a firmar», explicó. «Para mí, esto es bueno».
Ante las pretensiones de restricciones a la Iglesia, el Card. Zen recomendó una actitud de firmeza. «Todavía tenemos mucha fuerza en nuestra Iglesia», indicó. «Entonces, ¿por qué no usar estas fuerzas para fortalecer nuestra posición?». El purpurado explicó que diariamente ora para pedir fortaleza a los fieles, valentía a quienes dudan en su fe y conversión para quienes se oponen. «Hay muchos católicos que necesitan ayuda. Los fuertes necesitan ayuda, los dubitativos necesitan ayuda y los malos necesitan conversión. Entonces será la completa victoria de Dios».
Con información de Catholic Herald.
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