Ciudad del Vaticano (Lunes, 22-05-2017, Gaudium Press) En la meditación del Regina Coeli de ayer, ante miles de peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa habló de las características del amor según el Evangelio de Jesucristo. El Señor verdaderamente nos llama «a corresponder generosamente a la llamada evangélica del amor, poniendo a Dios en el centro de nuestra vida y dedicándonos al servicio de los hermanos».
El Pontífice también dijo que hay una actitud difícil y que nunca debe darse por descontada «es precisamente la de saberse amar, quererse mucho siguiendo el ejemplo del Señor y con su gracia. A veces los contrastes, el orgullo, las envidias, las divisiones dejan marcas también en el rostro bello de la Iglesia. Una comunidad de cristianos debería vivir en la caridad de Cristo, y sin embargo, es allí precisamente donde el maligno ‘se interpone’ y nosotros a veces nos dejamos engañar. Y los que pagan son las personas espiritualmente más débiles».
El Papa puso un ejemplo concreto donde debe reinar el amor, como en el caso «»de alguna parroquia o comunidad por el ambiente de habladurías, de celos, de envidias que han encontrado». Y exhortó «hay que volver a empezar cada día, hay que ejercitarse para que nuestro amor hacia los hermanos y las hermanas que encontramos se vuelva cada vez más maduro y purificado de aquellos límites o pecados que lo hacen parcial, egoísta, estéril e infiel».
Con información de Radio Vaticano
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