Católicos en Filipinas declaran indignación ante prohibición de Rosarios en vehículos

Manila (Miércoles, 24-05-2017, Gaudium Press) Una polémica medida que prohibía el porte de Rosarios e imágenes religiosas en el tablero de los vehículos fue aplazada por el Departamento de Transporte de Filipinas tras originar fuertes reacciones de los creyentes. Bajo la excusa de evitar las distracciones a los conductores, la medida equiparaba a las imágenes religiosas y objetos devotos con conductas como hablar por celular mientras se conduce, una decisión que revelaba «falta de sentido común», según afirmó el Secretario ejecutivo para Asuntos Públicos de la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas, P. Jerome Secillano.

Los rosarios llevados por los conductores en el espejo retrovisor no representan riesgo alguno, sino que inspiran seguridad al recordar la protección de Dios sobre los fieles. Foto: Victrixia.

«No son los rosarios los que causan los accidentes, sino ante todo los problemas mecánicos, la ignorancia de los conductores y las conductas abusivas en el camino», declaró el sacerdote, según reportó ABS-CBN. Justamente opuesto a la posición de las autoridades, «con estas imágenes religiosas, los conductores se sienten más seguros, que existe la intervención divina y que ellos están siendo guiados y protegidos».

El senador Richard Gordon fue uno de los legisladores que criticó la norma por exagerar las medidas de precaución y dejar por fuera la posibilidad de tener un sistema de navegación a la vista del conductor, siendo la prohibición del rosario el despropósito más notorio de la misma. «Yo llevo un Rosario y no soy distraído por eso», comentó a los medios de comunicación. «Cualquier cosa que cree una situación de peligro para las personas en la vía debe ser regulado, pero más allá de eso, el Rosario no distrae». Por su parte, George San Mateo, el Presidente de la asociación Piston, que agrupa a propietarios de «jeepneys», manifestó a los medios su molestia: «No se metan con la fe en Dios de los conductores».

Diversos analistas han interpretado la prohibición como un nuevo capítulo en el enfrentamiento del Presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, con las autoridades eclesiásticas. El mandatario ha insultado públicamente tanto a los Obispos como al Papa Francisco y se ha comprometido en avanzar la promoción de la anticoncepción como retaliación por las críticas de los Obispos a su política de lucha contra las drogas que ha promovido un marcado aumento de las ejecuciones extrajudiciales en el país.

Filipinas es el tercer país con mayor número de católicos en el mundo con un estimado de 84 millones de creyentes en 2015, cerca del 83 % del total de los habitantes. La cultura filipina está fuertemente arraigada en la fe católica y el país se destaca por una notable devoción popular y la multitudinaria convocatoria de las manifestaciones públicas de la fe.

Con información de CNA y ABS-CBN.