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Arica (Miércoles, 30-09-2009, Gaudium Press) Con motivo de la visita del Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, monseñor Alejandro Goic, a la diócesis de Arica, periodistas locales de diferentes medios de prensa se reunieron el pasado lunes 28 con él para conversar sobre distintos temas de actualidad nacional.
Consultado sobre los aportes de la Iglesia al Bicentenario de la patria, monseñor Goic señaló que la Iglesia desea resaltar aquellos grandes valores que han marcado la historia de Chile y los grandes desafíos que los pastores de la Iglesia perciben que es necesario asumir, recordando el llamado de la Conferencia Episcopal de hacer de Chile «una mesa para todos».
«Hace cinco años entregamos un documento que se llamaba `Camino al Bicentenario´, un documento de trabajo entregado a creyentes y no creyentes para que pudieran hacer mesas de diálogo. Fruto de esto, en muchas diócesis se han hecho trabajos y entregado propuestas», indicó.
También fue interrogado sobre la falta de vocaciones sacerdotales. Ante esto, el prelado manifestó que «tenemos una situación de disminución vocacional, ése es un hecho, pero al mismo tiempo hay una gran participación de cristianos laicos. Si comparo cuando entré en el Seminario y hoy, son muchos más los cristianos laicos que participan en actividades pastorales de la Iglesia, que se comprometen con ella. La Misión Continental debería ayudarnos a que todos los bautizados entiendan que son la Iglesia, que la Iglesia no es la jerarquía.»
Luego añadió: «Soy un servidor del pueblo de Dios, la Iglesia somos todos los bautizados. En ese contexto yo creo que Dios no va a dejar nunca de regalarnos sacerdotes. Aquí quiero ser muy claro: prefiero que haya menos sacerdotes, pero que sean santos», sentenció.
En la instancia, monseñor Goic fue consultado respecto al crecimiento de las iglesias evangélicas y sus medios de comunicación. Sobre lo anterior, respondió que en Chile existe la asociación de radioemisoras católicas (ARCA), que realiza un gran trabajo de difusión a lo largo de todo el país. A pesar de esto, el prelado fue enfático en advertir que su principal preocupación radica en lo que como católicos «hacemos o no hacemos».
«Si yo tengo un laicado pasivo en una parroquia, que sólo espera que todo lo haga el sacerdote, esa es una Iglesia que no es una Iglesia viva. Si, en cambio, nosotros somos una Iglesia misionera como lo plantea el Documento de Aparecida, en que todos los laicos con su vida, con su palabra, van trabajando… yo creo que eso es fermento en la masa. Yo alabo que nuestros hermanos evangélicos amen al Señor y que traten de vivir el Evangelio. Espero que nosotros seamos misioneros, seamos coherentes y que nuestros fieles no sean sólo una especie de socios pasivos sino que seamos activos en compartir nuestra fe», declaró.
En la oportunidad, también se refirió a las actividades que la Iglesia prepara para el Bicentenario y a otros temas de contingencia nacional.
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