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Kiev (Jueves, 01-06-2017, Gaudium Press) El Arzobispo emérito de Kiev-Galicia, Card. Lubomyr Husar, quien dirigiera la Iglesia Greco Católica Ucraniana hasta 2011, murió a la edad de 85 años el pasado 31 de mayo alas 18:30 horas como consecuencia de una grave enfermedad. El purpurado, de notable relevancia para la Iglesia Greco Católica por estar a cargo del renacer de la Iglesia tras la represión comunista, era considerado hasta el final de su vida como un referente eclesial y un notable intelectual.
«Cuando escuché las noticias del fallecimiento del Cardenal Lubomyr Husar, Arzobispo Mayor emérito de Kiev-Galicia, oré fervientemente a Dios para que le otorgue el descanso eterno a este celoso pastor», expresó el Papa Francisco en un telegrama dirigido al Arzobispo Mayor Sviatoslav Shevchuk, sucesor del Cardenal al frente de la Iglesia Greco Católica Ucraniana. «Recuerdo su firme lealtad a Cristo a pesar de las privaciones y las persecuciones contra la Iglesia. También recuerdo su fructífera actividad apostólica para organizar a los fieles de la Iglesia Greco Católica Ucraniana, descendientes de aquellas familias desplazadas por la fuerza del Oeste de Ucrania».
Perteneciente a una de las familias ucranianas que emigraron a Estados Unidos a causa de la llegada del régimen soviético, el purpurado fue ordenado sacerdote Greco Católico Ucraniano en la Eparquía de Stanford en 1958. Fue consagrado Obispo por el Patriarca, Cardenal Josyf Slipyj, en una ceremonia secreta para no generar reacciones en la dictadura soviética y su nombramiento sólo fue reconocido públicamente por la Santa Sede en 1996. En el año 2000 pasó de ser el Obispo auxiliar al servicio del Card. Ivan Lubachivsky a su sucesor como cabeza de la Iglesia Greco Católica Ucraniana.
El Obispo Greco Católico Ucraniano Mons. Borys Gudziak, Eparca de París, Francia, declaró al informativo Crux que el purpurado recibió una Iglesia «sufriente de shock post traumático» tras la persecución comunista, la cual padecía división y notables desafíos, siendo nombrado como Cabeza de esta Iglesia de rito oriental con el mínimo de votos posible. «Para el momento de su muerte, el Sínodo cuenta 50 Obispos, y es un sínodo unido de caballeros con una causa común».
El Card. Husar renunció en 2011 a causa de graves dolencias de salud, entre las cuales figuraba una avanzada ceguera. Hasta su muerte siguió siendo una figura de gran estima entre los ucranianos, que lo consideraban uno de los más grandes intelectuales del país. «En la tradición ucraniana, un anciano ciego es el prototipo del sabio», comentó Mons. Gudziak. «Siempre disfrutó una buena mesa, y ahora está en la mesa sacramental del Reino (…). Ahora debemos seguir su legado».
Con información de RISU y Crux.
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