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Valencia (Martes, 06-06-2017, Gaudium Press) Las calles del centro de Valencia se llenaron de fiesta y alegría el domingo 4 y lunes 5 de junio con la tradicional procesión de niños que todos los años, desde 1625, organiza la Asociación de Niños de la Calle de San Vicente.
La conmemoración comenzó el domingo, solemnidad de Pentecostés, con el bautizo de una recién nacida en la casa natal de San Vicente Ferrer, que ocurrió a las 17:30 horas. Posteriormente, a las 19:00, se desarrolló una cabalgata en la que participaron pequeños junto a sus padres, partiendo desde la Avenida Barón de Cárcer hacia la Basílica de la Virgen de los Desamparados, donde se ofreció la niña a Nuestra Señora.
El acto principal, la procesión de los pequeños, ocurrió el lunes a las 20:00, cuando cientos de niños, junto con sus familias, iniciaron camino desde la Iglesia de San Agustín de Valencia hasta el templete dedicado al santo valenciano situado en la calles San Vicente. Todo el recorrido lo encabezó una imagen del santo que luego fue entronizada en el altar del templete y bajada el martes 6 de junio para ser trasladada al domicilio de los Clavarios Mayores, donde permanecerá durante el año.
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| La procesión se realiza desde 1625 por iniciativa de la Asociación de Niños de la Calle de San Vicente. Cientos de pequeños participaron con sus familias en las céntricas calles de Valencia / Foto: Alberto Sáiz – AVAN. |
De acuerdo con la Asociación de Niños de la Calle de San Vicente, la finalidad de la procesión es la de recordad la labor de la institución, que en 1624 adoptó el nombre de Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer, cuando los niños que vivían en el hospicio ubicado frente a la iglesia de San Agustín se trasladaron a una nueva sede, llamada «Casa del Emperador», que hoy está ubicada en la calle Colón.
Pero esta no es la única celebración que durante el año involucra a los niños valencianos con su patrono, Vicente Ferrer; ya que en el contexto de su festividad el 5 de abril se lleva a cabo el concurso «Milagro de San Vicente Ferrer», cuando pequeños escenifican los milagros -‘els miracles’- del santo en altares que son levantados a lo largo y ancho de la ciudad.
La Asociación, tiene sus orígenes en el siglo XV cuando San Vicente Ferrer recogía a niños huérfanos y abandonados y los dejaba al cuidado de los Beguines, misión que posteriormente -en el siglo XVI- fue asumida por la entonces Cofradía del Bienaventurado San Vicente Ferrer, obra que recibió importantes ayudas por parte del Emperador Carlos I de España, quien desde Bruselas pidió al Virrey de Valencia proveer a la obra vicentina. Posteriormente también recibió el apoyo de los reyes Felipe II y III. Este último en 1620 dona el antiguo Colegio de Moriscos para ser colegio y habitación de los niños huérfanos de San Vicente Ferrer. Es el 6 de noviembre de 1624 cuando los pequeños ocupan el colegio -«Casa del Emperador»-, hecho que se recuerda todos los años con la procesión de niños.
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| San Vicente Ferrer. |
San Vicente Ferrer, de la Orden de los Predicadores, nació en Valencia el 23 de enero de 1350. De gran inteligencia, logrando la calificación «Summa cum Laude» en el doctorado de Teología, se siente llamado a evangelizar Europa por entonces bloqueada por tendencias irreconciliables. Labor que realizó recorriendo varias provincias en Espala, Alemania, Francia, Holanda, Bélgica, Italia, Holanda e Inglaterra, donde predicó en cada plaza y camino.
Su predicación siempre iba de la mano de una vida austera, penitente, siendo la pobreza una de sus actitudes más características, sirviendo siempre a los más pobres y necesitados.
Fallece en Vannes, Francia, el 5 de abril de 1419 cuando tenía 69 años. Es canonizado por Calixto III el 29 de junio de 1455.
Con información de AVAN y dominicos.org.
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