Río de Janeiro (Lunes, 12-06-2017, Gaudium Press) Tradición que atraviesa generaciones en la Arquidiócesis de Río de Janeiro, los tapetes de Corpus Christi de la Procesión con el Señor Eucarístico por las calles del centro de la Ciudad Maravillosa son considerados una de las manifestaciones artísticas populares más ricas en detalles de la Iglesia Católica, una vez que las piezas son preparadas justamente por los fieles cariocas.
Este año, la Arquidiócesis de Río de Janeiro abrió las inscripciones a los interesados que desean confeccionar los tapetes. Representantes de las parroquias, capillas, movimientos, comunidades, institutos, colegios y congregaciones religiosas de la Arquidiócesis son invitados a participar de este gesto de unidad y amor a la Eucaristía.
Hasta el día 13 de junio, la coordinación de Pastoral de la Arquidiócesis de Río de Janeiro efectuará los registros, además de realizar la entrega de la credencial para la participación de la confección de los tapetes de Corpus Christi en la Avenida Chile, en frente a la Catedral Metropolitana de San Sebastián.
Usado acostumbradamente en la Fiesta instituida por la Iglesia, los tapetes son una forma de exaltar el amor al Cuerpo de Cristo. La historia del origen de los inicialmente llamados Tapetes Florales, una vez que el adorno era principalmente hecho de flores, surgió de la experiencia mística de Santa Juliana de Mont Cornillon, en Bélgica.
En la época, la entonces monja Juliana, a quien Jesús había revelado la necesidad de que las personas reconociesen su presencia real en la Eucaristía, había hecho un pedido para el Obispo de Liége, Mons. Roberto de Thorete, para que fuese instituida la Fiesta de Corpus Christi en la diócesis.
Después de ser concedida la autorización, en 1246, la monja pasó entonces a adornar las calles por las cuales la procesión conduciendo el Santísimo Sacramento surcaría, a partir de 1247. Luego, esa tradición se expandió por todo el continente europeo.
En Brasil, la festividad desembarcó por medio de los colonizadores. En aquel tiempo, la primera ciudad brasileña en preparar tapetes fue Ouro Preto, en Minas Gerais. (EPC)
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