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Tubarão (Miércoles, 14-06-2017, Gaudium Press) Mañana jueves, en muchos lugares, la Iglesia celebra devotamente la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, fiesta comúnmente llamada de Corpus Christi.
La motivación litúrgica para tal fiesta es la alabanza merecida a la Eucaristía, fuente de vida de la Iglesia. Desde el principio de su historia, la Iglesia tiene por la Eucaristía un celo especial, pues reconoce en esta señal sacramental al propio Jesús, que continúa presente, vivo y actuante en medio a las comunidades cristianas.
Celebrar Corpus Christi significa hacer memoria solemne de la entrega que Jesús hizo de su propia carne y sangre, para la vida de la Iglesia, y comprometernos con la misión de llevar esta Buena Nueva para todas las personas.
Origen de la solemnidad
En el origen de la fiesta de Corpus Christi están presentes datos de diversas significaciones. En la Edad Media, la costumbre de celebrar la misa con las espaldas dirigidas para el pueblo, fue creando cierto misterio en torno a la Cena Eucarística. Todos querían saber lo que ocurría en el altar, entre el padre y la hostia. Para evitar interpretaciones de orden mágico y sobrenatural de la liturgia, la Iglesia fue introduciendo la costumbre de elevar las partículas consagradas para que los fieles pudiesen mirarla.
Este gesto fue testimoniado por primera vez en París, en el año 1200. Entretanto, fueron las visiones de una monja agustina, llamada Juliana, que históricamente dieron inicio al movimiento de valorización de la exposición del Santísimo Sacramento.
En 1209, en la diócesis de Liége, en Bélgica, esa religiosa comienza a tener visiones eucarísticas, que sucederán por un período de casi treinta años. En sus visiones ella veía un disco lunar con una gran mancha negra en el centro. Esta laguna fue entendida como la ausencia de una fiesta que celebrase festivamente el sacramento de la Eucaristía.
Nace la fiesta de Corpus Christi
Cuando las ideas de Juliana llegaron al obispo, él acabó por acatarlas, y en 1246, en su diócesis, se celebra por primera vez una fiesta del Cuerpo de Cristo. Sea coincidencia o providencia, el obispo de Juliana se convierte en el Papa Urbano IV, que extiende la fiesta de Corpus Christi a toda Iglesia, en el año 1264.
Pero la difusión de esta fiesta litúrgica solo será completa en el pontificado de Clemente V, que reafirma su significación en el Concilio de Viena (1311-1313). Algunos años después, en 1317, el Papa Juan XXII confirma la costumbre de hacer una procesión, por las vías de la ciudad, con el Cuerpo Eucarístico de Jesús, costumbre que se realiza desde 1274 en algunas diócesis de Alemania.
El Concilio de Trento (1545-1563) insistirá en la exposición pública de la Eucaristía, tornando obligatoria la procesión por las calles de la ciudad. Este gesto, además de manifestar públicamente la fe en el Cristo Eucarístico, era una forma de luchar contra la tesis que negaba la presencia real de Cristo en la hostia consagrada.
Actualmente la Iglesia conserva la fiesta de Corpus Christi como momento litúrgico y devocional del Pueblo de Dios. El Código de Derecho Canónico (donde están contenidas las normas de la Iglesia) confirma la validez de las exposiciones públicas de la Eucaristía y dice que principalmente en la solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo, haya procesión por las vías públicas (cf. can. 944).
Santo Tomás de Aquino y la celebración del Cuerpo de Cristo
Santo Tomás de Aquino destacaba tres aspectos teológicos centrales del sacramento de la Eucaristía. Primero, la Eucaristía hace el memorial de Jesucristo, que pasó entre los hombres haciendo el bien (pasado). Después, la Eucaristía celebra la unidad fundamental entre Cristo con su Iglesia y con todos los hombres de buena voluntad (presente). En fin, la Eucaristía prefigura nuestra unión definitiva y plena con Cristo, en el Reino de los Cielos (futuro).
La Iglesia, al celebrar este misterio, revive estas tres dimensiones del sacramento.
Por eso envuelve con mucha solemnidad la fiesta del Cuerpo de Cristo. No raro, el día de Corpus Christi es un día de liturgia solemne y participada por un número considerable de fieles (sobre todo en los lugares donde este día es feriado).
Devoción popular y la Procesión
Es necesario destacar que mucho más que una fiesta litúrgica, la Solemnidad de Corpus Christi asume un carácter de devoción popular. El momento ápice de la fiesta es ciertamente la procesión por las calles de la ciudad, momento en que los fieles pueden pedir las bendiciones de Jesús Eucarístico para su ciudad. La costumbre de adornar las calles con tapetes de aserrín, flores y otros materiales, formando un mosaico multicolor, además es muy común en varios lugares.
Algunas ciudades se tornan atracción turística en este día, debido a la belleza y expresividad de sus tapetes. Todavía es posible encontrar cristianos que adornan sus casas con altares ornamentados para saludar al Santísimo, que pasa por aquella calle.
La procesión de Corpus Christi conoció su apogeo en el período barroco. El estilo de la procesión adoptado en Brasil vino de Portugal, y carga un modo popular muy característico.
Generalmente la fiesta termina con una concentración en algún ambiente público, donde es dada la solemne bendición del Santísimo Sacramento. En los ambientes urbanos, a pesar de las dificultades estructurales, las comunidades continúan expresando su fe Eucarística, adaptando al contexto urbano la visibilidad pública de la Eucaristía.
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Corpus Christi en el Brasil de hoy
Gaudium Press registra que en Brasil la solemnidad de Corpus Christi es feriado nacional lo que, sin duda, es todavía una reminiscencia de otras eras, merecidamente guardada.
Este año 2017, Año Mariano para todo el Brasil, la Diócesis de Tubarão estará conmemorando en esa Fiesta de Corpus Christi los 181 años de instalación de la Parroquia Nuestra Señora de la Piedad, en Tubarão, y también conmemora los 70 años de su emisora la Radio Tubá.
La programación prevista es que habrá Misa conmemorativa del Cuerpo de Dios presidida por el Obispo Diocesano, Mons. João Francisco Salm, en la Catedral, a las 15:00 horas y que, después de la Santa Misa se inicia el cortejo de la procesión con el Santísimo expuesto que pasará por las calles Anita Garibaldi, Salvato José Elias y de la Piedad. La emisora diocesana Radio Tubá, que conmemora sus 70 años de fundación, hará la transmisión de todas las ceremonias en vivo.
Las personas que deseen ayudar en la preparación de los adornos y decoración de las calles podrán dirigirse a las inmediaciones de la Catedral a partir de las 8:30 horas del jueves. Los voluntarios podrán agregarse a los diversos equipos pastorales, comunidades, movimientos y grupos de moradores responsables por la ornamentación de algunos trechos del recorrido.
La fuerte tradición de devoción eucarística que existe en la diócesis, hace esperar que muchos fieles, devotamente, preparen al frente de las casas con altares ornamentados para saludar al Santísimo que pasa por su calle: Lo importante es valorizar este momento afectivo de la vida de los fieles cuando ellos demuestran públicamente su devoción y fe.
(Gaudium Press, con información de Diócesis de Tubarão)
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