Asís (Martes, 20-06-2017, Gaudium Press) Jóvenes de toda Italia entre los 16 y 33 años se encontraron en Asís para celebrar del 16 al 18 de junio el Jubileo de los Jóvenes en el octavo Centenario del Perdón de Asís. «Quiero llevarlos a todos al paraíso», inspirado en una frase de San Francisco, fue el lema del evento que congregó a los jóvenes en torno a la gracia que pidió el santo italiano para todos en la Porciúncula.
La celebración del jubileo estuvo marcada por varias actividades, entre ellas encuentros y catequesis con frailes franciscanos, la celebración de la Liturgia y el paso por la Porciúncula para recibir las gracias del Perdón de Asís. La santidad y la belleza fueron los temas centrales que guiaron los encuentros, además de la misericordia que inspira las conmemoraciones de los 800 años del Perdón de Asís.
Tras el saludo de bienvenida del Custodio de la Porciúncula, el Padre Rosario Gugliotta, los jóvenes tuvieron un primer momento litúrgico en torno al agua del Bautismo, de la Palabra de Dios en la Porciúncula y frente al Cristo de San Damián, que es el icono de Jesús más representativo de los franciscanos.
«Quiero llevarlos a todos al paraíso» fue el lema del encuentro que ocurrió del 16 al 18 de junio con ocasión de los 800 años del Perdón de Asís. Unos 500 jóvenes estuvieron presentes / Fotos: Assisi ofm. |
Se ofrecieron varias catequesis en la que se ayudó a los jóvenes a descubrir el sentido de la belleza, aquella que viene de Dios; y sobre la importancia del tiempo, que no se puede perder y ha de vivirse al máximo desde el amor. También se habló que la santidad es para todos, ofreciendo testimonios de varios santos que alcanzaron grandes virtudes en su vida cotidiana, y sobre cómo construir la belleza una vez se regrese a casa, tema de la última catequesis.
También se presentó el testimonio de Fray Iarek, hermano franciscano de la comunidad misionera del Perú, quien compartió con los hermanos Vittorio Trancanelli y Miguel e Zbigniew, Frailes Menores Conventuales que fueron asesinados en 1991 en este país.
Un segundo momento tuvo lugar en la Basílica de Santa Clara de Asís. Allí los jóvenes tuvieron ocasión de contemplar la belleza artística del crucifijo que «habló» a San Francisco de Asís, y de reflexionar sobre la Creación y todo lo creado. También profundizaron sobre las virtudes cardinales de la fe, la esperanza y la caridad.
Luego, el grupo -que sumaban alrededor de los 500 jóvenes- regresó en peregrinación a la Porciúncula para un momento de adoración frente al Santísimo Sacramento, que guió el Padre Graziano Malgeri. «Fue uno de los momentos más fuertes, para llevar a Dios el ‘peso’, el pecado, con el fin de ser liberados y para poder vivir como hijos», como destacó la Orden de los Frailes Menores en nota de prensa.
El jubileo cerró con el paso de los jóvenes por la Porciúncula, ocasión en la que recibieron la gracia del Perdón de Asís que se obtiene visitando el santuario, acercándose al sacramento de la reconciliación, recibiendo la comunión, y orando el Credo, el Padre Nuestro y un Ave María por las intenciones del Papa, además de rechazar el pecado.
¿Dónde nace el Perdón de Asís?
El Perdón de Así, o Indulgencia de la Porciúncula es la gracia que obtuvo San Francisco de Asís en 1216 cuando se encontraba en oración en la pequeña iglesia de la Porciúncula. De manera sorpresiva se iluminó el lugar y sobre el altar apareció Jesús junto con la Virgen María.
En ese momento Jesús le pregunta a San Francisco si desea alguna gracia especial para salvar las almas. Sin durarlo el santo pide conceder una generosa indulgencia para todo aquel que visitare la Porciúncula. Nuestro Señor concede a San Francisco este regalo con la condición de que muy pronto se lo pidiera al Papa. Con obediencia el fraile Francisco acude a Honorio III quien concede la Indulgencia.
El 2 de agosto de ese año los siete obispos de Umbría consagran la pequeña capilla de la Porciúncula y San Francisco anuncia a todos el gran regalo del cielo con la conocida expresión: «Hermanos míos quiero mandaros a todos al Paraíso».
La Indulgencia es concedida todo el año para quienes peregrinen a la Porciúncula y cada 2 de agosto a los fieles que visiten cualquier iglesia franciscana en el mundo.
Ver ¿Cómo obtener la Indulgencia del Perdón de Asís?
De la redacción de Gaudium Press, con información de assisiofm.it.
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