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Ciudad del Vaticano (Viernes, 23-06-2017, Gaudium Press) La homilía que el Papa Francisco pronunció este jueves en la Casa Santa Marta fue inspirada en la Primera Lectura de la liturgia del día que fue extraída de la Carta de San Pablo a los Corintios. El Pontífice se basó en esta lectura para hablar de tres características de un pastor.
Divinamente celoso – celo apostólico
Para el Papa, un pastor debe ser apasionado, debe saber discernir y debe saber también denunciar el mal. Y Francisco explicó lo que viene a ser esta cualidad. La primera cualidad es ser un pastor «apasionado», al punto de poder decir a su pueblo: ‘Siento por vosotros un amor celoso semejante al amor divino». Él es «divinamente celoso».
Una pasión, casi «locura», una «insensatez» por su pueblo. «Y eso es aquella característica que nosotros llamamos de celo apostólico: no se puede ser un verdadero pastor sin este fuego por dentro», dijo el Pontífice.
Saber discernir
La segunda característica del sacerdote es de ser «un hombre que sabe discernir», dijo Francisco:
«Sabe que en la vida existe la seducción. El padre de la mentira es un seductor. El pastor, no. El pastor ama. Ama. En sentido contrario, la serpiente, el padre de la mentira, es un seductor. Es un seductor que intenta alejar de la fidelidad, porque aquel celo divino de Pablo era para llevar al pueblo a un único esposo, para mantener el pueblo en la fidelidad a su esposo. En la historia de la salvación, en las Escrituras muchas veces encontramos el alejamiento de Dios, las infidelidades al Señor, la idolatría, como si fuesen una infidelidad matrimonial».
El Buen Pastor debe saber discernir: «discernir dónde existen peligros, dónde están las gracias… dónde está el verdadero camino».
Y esta segunda característica, afirmó el Papa, «significa que el pastor siempre acompaña a las ovejas: momentos bellos y también en los momentos difíciles, inclusive en los momentos de la seducción, con la paciencia los lleva al redil».
Capacidad de denunciar el mal
En seguida, el Papa Francisco comentó la tercera característica del Buen Pastor: la «capacidad de denunciar»:
«Un apóstol no puede ser un ingenuo: ‘Ah, está todo bien, vamos adelante, está todo bien… Hagamos una fiesta, todos… todo se puede…’.
Porque hay la fidelidad al único esposo, a Jesucristo, que hay que defender. Y él sabe condenar: aquella concreción, decir ‘eso no’, como los padres dicen al hijo cuando comienza a gatear y va al enchufe para colocar el dedo: ‘¡No, eso no! ¡Es peligroso!’.
Pero me vienen a la mente tantas veces aquel ‘tuca nen’ (no toque en nada) que mis padres y abuelo me decían en aquellos momentos en que había un peligro».
«Bondad» que no es ingenua
El Buen Pastor, acentuó Francisco, sabe denunciar, «con nombre y apellido», como hacía San Pablo. Saber denunciar «lo que va contra su vida».
Sin embargo, muchas veces, afirmó el Papa, «perdemos esta capacidad de condenar y queremos llevar adelante las ovejas un poco con aquella ‘bondad’ que no es ingenua», pero hace mal. Aquella «bondad» para atraer la admiración o el amor de los fieles «dejando que hagan».
Resumen y oración
Antes de encerrar sus comentarios, el Papa hizo un resumen de lo que había dicho y, en seguida hizo una pequeña oración:
«El celo apostólico de Pablo, apasionado, celoso, es la primera característica. El hombre que sabe discernir porque conoce la seducción y sabe que el diablo seduce es la segunda característica. Y un hombre con capacidad de condenar las cosas que hacen mal a sus ovejas es la tercera característica».
Las últimas palabras fueron un pedido en forma de oración: recemos «por todos los pastores de la Iglesia, para que San Pablo interceda delante del Señor, para que todos nosotros pastores podamos tener esas tres características para servir al Señor». (JSG)
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