Ciudad del Vaticano (Lunes, 26-06-2017, Gaudium Press) Celebrando al Sagrado Corazón de Jesús en la Capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco, durante la homilía de la Misa que allí celebró el pasado viernes, dijo a los presentes que, para oír la voz del Señor, es preciso hacerse pequeño.
El Señor nos escogió
Al tratar de la primera lectura del día, que traía el texto de Deuteronomio donde Moisés afirma que Dios nos escogió para ser su pueblo entre todos los pueblos de la tierra, Francisco habló de cómo se alaba a Dios. «En el corazón de Jesús nos da la gracia de celebrar con alegría los grandes misterios de nuestra salvación, de su amor por nosotros».
El Papa se detuvo en dos palabras contenidas en el texto: escoger y pequeñez. No fuimos nosotros que lo escogimos, fue Dios que se hizo «nuestro prisionero»:
«Él se prendió a nuestra vida, no puede distanciarse». Él permanece fiel en esa actitud. Fuimos escogidos por amor y esta es nuestra identidad. ‘Yo escogí esta religión, yo escogí…’ No, usted no escogió. Es Él que lo escogió a usted, llamó a usted y se prendió. Y esta es nuestra fe. Si no creemos en eso, no entendemos el mensaje de Cristo, no entendemos el Evangelio».
Él escoge a los pequeños
Pequeñez: esta palabra recuerda como Moisés dice que el Señor escogió al pueblo de Israel, porque es «el menor de todos los pueblos»:
«Él se apasionó por nuestra pequeñez y por eso él nos escogió. Él escoge a los pequeños: no los grandes, los pequeños.
Revela a los pequeños: ‘¡Escondisteis esas cosas a los grandes y poderosos y las revelasteis a los pequeñitos!’
Él se revela a los pequeños: si usted quiere entender algo del misterio de Jesús, abájese: hágase pequeño. Reconozca que usted no es nada. Y no solo escoge y se revela a los pequeños, sino llama a los pequeños: ‘Venid a mí, todos vosotros que estáis cansados y sobrecargados: Yo os aliviaré’.
Vosotros que sois los más pequeños – por los sufrimientos, cansancio… Él escoge a los pequeños, se revela a los pequeños y llama a los pequeños. ¿Pero los grandes Él no los llama?
Su corazón está abierto, pero la voz los grandes no consiguen oírla porque ellos están llenos de sí mismos. Para oír la voz de Dios, es preciso hacerse pequeño».
Misterio del Corazón de Cristo
Llegamos al misterio del corazón de Cristo: el corazón traspasado de Cristo es «el corazón de la revelación, el corazón de nuestra fe, porque él se hizo pequeño, él escogió este camino»: humillarse y aniquilarse «hasta la muerte» en la cruz: «Una elección para la pequeñez, para que la gloria de Dios pueda manifestarse», dijo el Papa.
Del cuerpo de Cristo traspasado por la lanza del soldado, continúa Francisco, «salió sangre y agua» y «este es el misterio de Cristo», en la celebración de hoy: un «corazón que ama, que escoge, que es fiel» y «se une a nosotros, se revela a los pequeños, llama a los pequeños, y se hace pequeño»:
«Creemos en Dios, sí; sí, también en Jesús, sí… ‘¿Jesús es Dios?’ – ‘Sí’. Pero el misterio es este. Esta es la manifestación, esta es la gloria de Dios. Fidelidad al escoger, no prenderse y pequeñez también por sí mismo: tornarse pequeño, aniquilarse».
Pedido
El Papa concluyó su homilía con una oración que pide al Señor que nos conceda la gracia de celebrar en el corazón de Jesucristo, «los grandes gestos, las grandes obras de salvación, las grandes obras de redención». (JSG)
(De la Redacción de Gaudium Press, con Informaciones de Radio Vaticano)
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