Como le prohibieron tañer las campanas, pues ideó luces simbolizando los sacramentos

Madrid (Viernes, 30-06-2017, Gaudium Press) ReligionEnLibertad trae «flashes» de la maravillosa vida del Beato Josep Guardiet i Pujol, quien fue asesinado en la Guerra Civil Española, en 1936.

El Beato nació en Manlleu, y cursó estudios eclesiásticos en Vic. Fue ordenado en 1902 y se doctoró en teología en la Universidad de Tarragona.

El famoso Chesterton supo de él, y decía que «era implacable con el error, pero condescendiente y respetuoso con las personas que lo sostienen».

Un día, ya siendo parroco, pasó por Rubí con un grupo de jóvenes, y tuvo una intuición profética: «»¡Rubí, Rubí, quién pudiera vivir en tu pueblo y dar por ti su sangre!». En 1917 fue hecho párroco de ese pueblo, una comunidad que no era muy religiosa pero que el P. Guardiet restauró.

El llamado «párroco de la sonrisa», animó la vida religiosa, y se destacaron su peregrinaciones a santuarios, particularmente al de Lourdes.

En 1931 el gobierno republicano prohibió que sonaran las campanas de su iglesia. De ahí surgió la idea de iluminar los ventanales del campanario. Estos estarían de:

-Luz blanca: bautizo.
-Luz rosada: boda.
-Luz azul: funeral de bebés.
-Luz violeta: funeral de adultos.
-Luz roja: fiestas solemnes.
-Luz verde: fiestas sencillas.

Este ingenioso método de comunicación con la feligresía, también recibió el elogio de Chesterton, que lo comentó en la revista que dirigía.

Martirio

Pero llegó la hora de la persecución acirrada y del martirio. En julio de 1936 el republicano Ramón Ratés, se enteró de que tenían al P. Guardet en la mira. Escribió éste en sus memorias:»Comenzada la guerra civil, supe que se proponían asesinar al Dr. Guardiet».

«Por primera y única vez en mi vida, fui corriendo a la rectoría para ofrecerle refugio en mi casa, el lugar más seguro, porque nadie sospecharía que estuviese escondido en la casa Ratés. El hombre, conmovido, me abrazó pero rehusó el ofrecimiento».

También el médico del pueblo le ofreció asilo, pero llevó la respuesta lapidaria y santa: «Mi sitio está junto a mis feligreses».

Finalmente, fue aprendido el 20 de julio del 36, por uno de sus antiguos monaguillos, y luego asesinado en el ‘Pi Bessó’, cerca de la carretera de la Rabasada, que enlaza Barcelona y Sant Cugat. Hoy hay un monolito que recuerda su memoria en el lugar. En el 2013 fue beatificado.