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Córdoba (Martes, 04-07-2017, Gaudium Press) La controversia desatada sobre la titularidad de la Catedral de Córdoba y los reclamos para que se le considere mezquita en lugar de templo católico no obedecerían a inquietudes o inconformidades espontáneas de ciudadanos sino a un cuidadoso plan diseñado en 2014 con el fin de obtener la expropiación del templo. Así lo denunció Gonzalo Altozano en el informativo Religión en Libertad, en un artículo en el que afirma la existencia de una «hoja de ruta» de inspiración laicista.
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| Catedral de Córdoba. Foto: Salvatore Coco. |
Según el redactor, la historia de la controversia podría rastrearse hasta una reunión en el Instituto de Enseñanza Secundaria Ángel Saavedra, en la ciudad de Córdoba, el 26 de marzo de 2014. En ese lugar se expuso toda una estrategia para atacar a la Iglesia como titular legítima de la Catedral de Córdoba, con presencia de un activista de izquierda y un profesor de derecho colaborador de una página web islámica, quienes tomaron el liderazgo público de la iniciativa. En el lugar también se encontrarían varios hombres no identificados y quienes no intervinieron en la reunión.
La estrategia incluía el evitar el campo jurídico (donde la Iglesia posee sobrada documentación y soporte legal) sino una movilización de la opinión pública y una estrategia de reiteración para posicionar el concepto de que la Catedral sería en realidad una mezquita y no un lugar de culto cristiano legítimo. La primera acción fue el inicio de una campaña de recolección de firmas por internet, que buscaba cuatro objetivos: un reconocimiento de titularidad pública del templo (un propósito laicista buscado en varias ciudades españolas),una gestión pública transparente (una sugerencia indirecta de supuesta corrupción para crear desconfianza frente al Cabildo de la Catedral), un código de buneas prácticas (ídem) y retirar la palabra «Catedral» de la denominación oficial del templo.
El éxito de la convocatoria no se mediría por tanto en la efectividad legal de los argumentos, sino en el hecho de poder llegar a convencer a los ciudadanos a través de su discurso que empleaba expresiones como «salvemos a la Catedral», como si ésta corriera algún tipo de peligro. El lenguaje contrasta fuertemente con los hechos: de los 20 millones de euros invertidos en los últimos años en la conservación de la Catedral, el 73% lo ha dado el Obispado de Córdoba, con un aporte de la Junta de Andalucía de sólo 3.3 millones.
Mientras la controversia se intenta mantener viva durante el mayor tiempo posible para lograr el objetivo de comunicación, la Plataforma Mezquita Catedral de Córdoba, organización creada para implementar la estrategia, pasó constituir la » Coordinadora Estatal para la Recuperación de los Bienes Inmatriculados por la Iglesia Católica», una iniciativa para replicar la controversia en templos de todo el país.
Con información de Religión en Libertad.
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