Vientián – Laos (Miércoles, 05-07-2017, Gaudium Press) El 21 de mayo pasado, al final de la recitación de la oración mariana del Regina Coeli, el Santo Padre, sorprendentemente, anunció la designación de cinco nuevos cardenales. Entre ellos estaba el Cardenal Ling; Louis-Marie Ling Mangkhanekhoun fue uno de los cinco purpurados creados en el Consistorio del pasado 28 de junio. Es el primer cardenal laosiano de la historia.
En los días 16 y 17 de junio pasado, cerca de 350 católicos de etnia Hmong, Kmhmu, Lao y Karen se reunieron en Belleville, Illinois, en los EE.UU., para revivir y celebrar la vida de 17 mártires de Laos, su país natal, con gratitud y agradecimiento por el ejemplo de vida de fe que estos dejaron.
Participó del evento también el vicario apostólico de Paksé, Cardenal Ling, que, en entrevista al National Catholic Reporter habló sobre su creación cardenalicia y comentó acerca de la vida de la Iglesia católica en Laos.
Paciencia, perseverancia, voluntad de aceptar la realidad de la fe
Durante la conversación, el purpurado habló de su gran sorpresa y de la ola de felicitaciones que se siguió al anuncio de su nombramiento cardenalicio.
Al ser preguntado sobre las motivaciones que llevaron a la Santa Sede a tal elección, el Cardenal Ling recordó la visita ‘ad Limina’ de los obispos de Laos y el encuentro con el Papa Francisco realizado el 26 de enero pasado:
«Durante la visita el Papa nos dijo que ‘la fuerza de la Iglesia reside en la Iglesia local y, de modo particular, en la Iglesia pequeña, frágil y perseguida. Esa es la espina dorsal de la Iglesia universal’. Al día siguiente celebramos la misa con el Santo Padre y una vez más él reiteró ese tema en su homilía. Eso me impresionó».
De esas afirmaciones del Papa, el nuevo cardenal sacó sus propias conclusiones:
«Llegué a la conclusión de que la fuerza de la Iglesia viene de la paciencia, la perseverancia y la voluntad de aceptar la realidad de la fe. Eso me llevó a pensar que nuestra pobreza, el sufrimiento y la persecución son las tres columnas que refuerzan la Iglesia».
Testimonio de Fe en la adversidad
En Laos viven cerca de 45 mil católicos y esto significa que ellos forman un contingente de menos del 1% de la población del país que es de seis millones y cuatrocientos mil habitantes.
Los católicos son asistidos por 20 sacerdotes y 98 religiosos en 218 parroquias.
En una entrevista de 2015 el entonces vicario apostólico y ahora Cardenal Ling definió para la AsiaNews la Iglesia laosiana como una «Iglesia niña, que vive el primer anuncio, dirigida sobre todo a los tribales y los animistas».
Una Iglesia que testimonia su fe en medio a mil y una adversidades: después de la toma del poder por los comunistas de Pathet Lao, en 1975, los misioneros extranjeros fueron expulsados y los católicos perseguidos. Monjes y sacerdotes fueron detenidos o enviados a los campos de reeducación.
El propio Cardenal pasó por eso: «Estuve en la cárcel durante tres años», dijo él.
Dificultades, persecución, esperanza
Aunque el Gobierno de Laos se haya abierto al mundo externo y a pesar de las reformas económicas, el país del sudeste asiático permanece pobre y dependiente de la ayuda externa continua.
Además, el gobierno ejerce un riguroso control sobre las religiones y sobre los medios.
La creación del primer cardenal de Laos es, para la comunidad local, motivo de esperanza en un progreso de las relaciones entre el Vaticano y el gobierno laosiano:
«Entre los países del sudeste asiático solamente Laos no tiene relaciones diplomáticas con la Santa Sede.
Hay un punto interrogativo sobre esa relación y estoy trabajando en eso. Podemos cambiar el modo de pensar del gobierno, convenciéndolo de que no somos sus enemigos», ponderó el Cardenal Ling. (JSG)
Deje su Comentario