Ciudad del Vaticano (Miércoles, 12-07-2017, Gaudium Press) ¿Cómo es un buen catequista? ¿Qué es ser catequista? A estas y a otras inquietudes respondió Francisco, en mensaje enviado a los participantes del Primer Simposio Internacional sobre Catequesis, que trascurre en Buenos Aires del 11 al 14 de julio.
Un catequista predica con el ejemplo, a la manera del Santo de Asís que decía a unos de sus frailes: «‘Hermano, (cuando visitamos a los enfermos, ayudamos a los niños y damos comida a los pobres) ya estamos predicando’. En esta bella lección se encuentra encerrada la vocación y la tarea del catequista», resaltó Francisco.
Según el Papa la catequesis «no es un ‘trabajo’ o una tarea externa a la persona del catequista». El catequista es catequista toda la vida, porque su misión «es una vocación de servicio en la Iglesia, lo que se ha recibido como don de parte del Señor debe a su vez transmitirse».
El catequista no debe perder el primer amor.
El catequista debe aprovechar la religiosidad popular «para que también se cree una verdadera escuela de formación en la que se cultive el don de la fe que se ha recibido, a fin de que los actos y las palabras reflejen la gracia de ser discípulos de Jesús».
La noción de la infinita belleza de Jesús hace que el catequista busque «encontrar nuevos signos y formas para la transmisión de la fe. Los medios pueden ser diferentes pero lo importante es tener presente el estilo de Jesús, que se adaptaba a las personas que tenía ante Él para hacerles cercano el amor de Dios».
El Pontífice concluye su mensaje pidiendo a los catequistas «que sean alegres mensajeros, custodios del bien y la belleza que resplandecen en la vida del del discípulo misionero».
Deje su Comentario