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Washington (Miércoles, 12-07-2017, Gaudium Press) ReligionEnLibertad trae una historia de conversión, maravillosa.
Se trata de la de Kevin Stadhher, de Ohio, Estados Unidos.
Su adolescencia se enmarcaba en los patrones clásicos del chico problemático, hasta que un día cruzó más allá de donde debía, intentó robar un banco y fue condenado a 44 meses de prisión federal.
Cuenta Kevin que siendo niño sentía que Dios no lo trataba bien, había acontecimientos de su vida que no entendía. Y para vengarse de Dios elaboró una lista de cosas malas que haría, lista que cumplió.
Ya en prisión, sus religiosos padres rezaban por él, pero él quería «protegerse» de esas oraciones, por lo que hizo la locura de buscar en la biblioteca un libro de brujería y practicar algunas de las cosas que allí se decían. Y esto lo hacía en la capilla.
«Un día estaba de camino allí para realizar el ritual de oración de bloqueo cuando vi un grupo de presos en la capilla», cuenta. Los presos le preguntan si podían rezar por él, algunos evangélicos y un católico. Dijo que hagan lo que quieran, porque su practica de brujería impediría la eficacía de cualquier oración.
Pero cuando llegó la vez del preso católico, él «puso sus manos sobre mí y comenzó a orar por mí». Entonces, tras la imposición de manos, «¡bam!», inesperadamente Kevin Stadhher cayó al suelo, lo que inicia un proceso de conversión que él, humildemente compara con el de Saulo camino de Damasco.
«El Espíritu Santo vino sobre mí. En ese momento, sentí que Dios me hablaba interiormente. Él me dijo: ‘esta no es tu vida, esta no es la que vida que tengo para ti’. Cambié así como así. Siempre me comparo con Pablo en el camino a Damasco y su persecución a los cristianos. Yo estaba literalmente en camino para hacer algo contra Dios», afirma.
En el 2001 sale de prisión, se gradúa en contabilidad, se casa y tiene seis hijos. En el año 2009 entra al diaconado y será diácono de la Iglesia Católica en octubre de este año, el 28, día de San Judas Tadeo, patrono de las causas imposibles.
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