Santiago (Martes, 18-07-2017, Gaudium Press) Los grados bajo cero que marcó el termómetro no fueron impedimento para que unos 60 mil fieles visitaran el pasado fin de semana el Santuario Nacional de Maipú y fueran parte de las celebraciones en honor a la Virgen del Carmen, Reina y Patrona de Chile.
Bajo el lema «Virgen del Carmen, tú Santuario, nuestra Promesa», los devotos ingresaron por la puerta principal del Templo para venerar la imagen de la Santísima Virgen, bajo la advocación del «Carmen», y con mucha fe expresar su cariño, gratitud y solicitar su intercesión y maternal protección.
Durante la jornada del domingo 16 de julio al mediodía, el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, presidió la eucaristía central en compañía del Rector del Santuario Nacional de Maipú, padre Carlos Cox.
«Nos sentimos hermanos a pleno derecho, aquí nadie es allegado o extranjero, la casa de María es nuestra casa. Su Santuario de Maipú es techo que nos cobija a todos, la gran familia de los hijos e hijas de Dios, destinados a ser ciudadanos del cielo, bajo la materna protección de la Santísima Virgen del Carmen», dijo el purpurado al inicio de su homilía.
Y agregó: «María, Madre de la familia chilena, especialmente en estos tiempos de crispación, nos pide aprender el lenguaje del amor. Sólo el amor construye, sólo con amor se construye amistad cívica, sólo con amor se levanta la cultura de la acogida y de la solidaridad. La Virgen del Carmen, a todos los hijos e hijas de Chile, nos auxilie a desterrar el lenguaje duro y descalificador, y aprender la gramática del diálogo que construye y hermana».
Finalmente, exhortó a los miles de fieles a recordar que «desde la cruz, Jesús nos entregó a su Madre como nuestra Madre. Volvamos a acogerla en `nuestra casa´, en nuestra familia, en nuestra ciudad, en nuestro país».
Al término de la eucaristía, el padre Cox comentó a la prensa de Iglesia que «la conmemoración de este año es muy especial por dos razones. La primera, porque este es un comienzo para la preparación de lo que significa la venida del Papa Francisco, lo que sin duda, nos permite colocarnos en el camino espiritual, generar el ambiente y abrirnos al don que el Vicario de Cristo nos quiere regalar. Y segundo, en el horizonte del año 2018, donde se cumplen los 200 años de la Independencia y los 200 años de la promesa que hizo Chile al levantar un Santuario en el lugar donde se consolidó la Independencia, nosotros los hemos querido recoger no solo recordando, sino que especialmente a través de la renovación de la promesa de Chile y de toda su gente».
Con información del Dpto. de Comunicaciones del Arzobispado de Santiago.
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