Arzobispo filipino rechaza proyecto de ley de "disolución de matrimonio"

Manila (Miércoles, 19-07-2017, Gaudium Press) Filipinas es el único país del mundo, junto al Vaticano, donde no existe el divorcio legal y la Iglesia continúa defendiendo la indisolubilidad de la unión conyugal en el ámbito civil. El Arzobispo emérito de Lingayen-Dagupan, Mons. Oscar Cruz, quien preside el Tribunal Nacional de Apelación Matrimonial, la autoridad eclesiástica que sirve como segunda instancia en casos de nulidad matrimonial, rechazó con claridad la reciente propuesta de ley de «disolución de matrimonio». Dicho nombre no sería sino un eufemismo para legalizar el divorcio en el país.

El amor por la familia es el corazón de la identidad cultural filipina, señaló el Arzobispo emérito de Lingayen-Dagupan, Mons. Oscar Cruz.

«La disolución de un matrimonio se presenta cuando el vínculo matrimonial se hace inefectivo. Eso es un divorcio como quiera usted llamarlo, pero en camuflaje», alertó el prelado, quien criticó el discurso del vocero de la Cámara de Representantes que lo propuso. «El vocero no parece saber de qu?e está hablando (…) Él dice que no es divorcio. Entonces, ¿qué es? La base lógica es que será más fácil para las partes separarse».

Mons. Cruz, que trabaja precisamente en la decisión sobre los casos en los cuales nunca hubo una unión matrimonial válida por no cumplirse sus requisitos básicos, hizo un llamado a no tomar a la ligera las consecuencias de las rupturas familiares a las que conduciría la ley. «¿Qué pasaría con los niños?¿Aplaudirán los niños el que los padres encuentren fácil separarse?», cuestionó. «Las primeras víctimas de la anulación, de la separación o del divorcio son los niños».

La Iglesia ha emprendido campañas en diversas oportunidades para frenar los proyectos de legalización del divorcio. «Ser un país donde el divorcio no es legal es un honor del cual todo filipino debe estar orgulloso», expuso anteriormente Mons. Cruz. «El amor por la familia es el corazón de la identidad cultural filipina y no puede ser destruido por el divorcio». Tanto las propuestas en favor del divorcio como de la mentalidad antinatalista «son importadas y resultado de la globalización», indicó, rechazando que correspondan a los valores de los habitantes de Filipinas.

Con información de CBCP News.