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París (Martes, 25-07-2017, Gaudium Press) Ayer, el Cardenal Phillipe Barbarin, Arzobispo de Lyon-Francia, ofició una misa en la catedral de Qaraqosh, la más grande ciudad cristiana de la llanura de Nínive, que recientemente ha sido liberada del yugo del autodenominado Estado Islámico. Junto al Purpurado Mons. Petros Mouché, Arzobispo Siriaco Católico de Mosul y Qaraqosh.
Qaraqosh sufrió el dominio del Estado Islámico por un periodo de tres años. Una semana antes de que el grupo yihadista tomara la ciudad, allí había acudido el Cardenal.
En ésta ocasión, la Catedral no estaba llena como hace tres años, pero la centena de personas que se encontraban esperando al Cardenal Barbarin tenía profundos sentimientos en sus espíritus, entre ellos el de gran alegría. Juntos a los dos Arzobispos se encontraban Mons. Marc Stenger, presidente de Pax Christi Francia y Mons. Michel Dubost, obispo de Evry.
En la Catedral, los rasgos del asedio del Isis: muros y bóvedas calcinadas, un casquillo de bala en el suelo. Custodian la catedral y mantienen el orden hombre de las Ninive Protection Units (NPU), milicia cristiana que junto con la policía vigila la ciudad.
En Qaraqosh ya hay 370 familias reinstaladas. Ya empiezan a aparecer comercios, tiendas de abarrotes, una zapatería. Se espera que el número de habitantes se duplique en septiembre, cuando reinicie el año escolar.
El Arzobispado de Lyon tiene una importante obra social en Qaraqosh. Se trata del Centro Cultural San Pablo, financiado por la Fundación San Irineo de la Arquidiócesis Francesa. El centro tiene en vista la reconstrucción de la ciudad. Allí trabaja el P. Georges Jahola.
Ayudan a personas como Saat y su hijo, herreros, quienes tienen un amplio pedido de puertas, ventanas, portales, y que gracias a la Fundación San Pablo pudieron volver a abrir su comercio. Ellos ofrecieron al purpurado francés una Cruz dorada de 40 centímetros que ellos mismos concibieron.
Hoy el Cardenal Barbarin y su delegación se dirigieron a la mítica Mosul.
Con información de Familia Cristiana
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