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Fátima – Portugal (Martes, 25-07-2017, Gaudium Press) En la homilía de la Eucaristía Dominical presidida por el rector del Santuario de Fátima, Padre Carlos Cabecinhas, en el Recinto de Oración del Santuario, los peregrinos fueron incentivados a ver en los «Santos Francisco y Jacinta Marto, un ejemplo de transformación del mundo».
El responsable por el Santuario de Fátima defendió la necesidad de aprender los «tiempos de Dios» y «su mirada sobre la realidad» en cada una de las situaciones, siempre con la perspectiva de que estamos delante «de un Dios compasivo y misericordioso».
El Padre Cabecinhas dijo: «somos invitados a contemplar este modo como Dios cuida de nosotros porque es tomando consciencia del modo como Deus actúa a nuestro favor que comprendemos el modo como nosotros debemos proceder.»
«La palabra de Dios escuchada nos habla de cómo Dios cuida de nosotros, y la pregunta es qué es que eso implica en nuestras actitudes y en nuestra vida», afirmó el rector citando tres desafíos que pueden ayudar a separar el trigo de la cizaña, como propone la parábola del Evangelio de este domingo.
El Padre Carlos Cabecinhas recordó que debemos aprender de Dios la actitud de «misericordia y compasión» percibiendo que «El bien y el mal coexisten en nuestras vidas», que «hay bien, pero también hay cosas malas, hay actitudes equivocadas» pero que Dios «nos da tiempo para ser capaces de hacer crecer en nosotros el bien».
Compasivos y ‘tentación de ver solo el mal’
En su sermón dominical, el Padre se refirió a la importancia de también ser compasivos con los otros, en «quien encontramos siempre errores y fallas»:
«Tenemos todos una tentación en ver el mal; la tentación de decir que todo está mal a nuestro alrededor y Dios, con su actitud, nos muestra que no es así. Aprovechemos este domingo para mirar a nuestro alrededor y percibiremos el bien que nos cerca, las señales de la presencia de Dios».
Fermento de transformación en el mundo
Por último, el Rector del Santuario instó a todos los peregrinos presentes fuesen también «fermento de transformación en el mundo».
«El mundo puede ser mejor, pero eso comienza con nosotros en nuestra vida, en nuestras actitudes y opciones», refirió.
Recordó él, entonces, el ejemplo de los Santos Francisco y Jacinta Marto, que ellos supieron usar «siempre la misericordia y compasión para con todos los que buscaban y se acercaban a ellos», que ellos fueron «compasivos con los pobres y pecadores» y «convirtieron la mirada para ver las señales de Dios en sus vidas y por eso en todo encontraban a Dios».
«Los santos Francisco y Jacinta Marto fueron el verdadero fermento de transformación del mundo de tal modo que su ejemplo de vida todavía hoy nos toca, conmueve y desafía», concluyó. (JSG)
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