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Ciudad de México (Miércoles, 26-07-2017, Gaudium Press) Las oficinas de la Secretaría General de la Conferencia Episcopal de México en Ciudad de México sufrieron un sorpresivo ataque con una bomba molotov en la noche del lunes 24 al martes 25 de julio. El artefacto únicamente causó daños materiales y el suceso quedó reguistrado en las cámaras de seguridad, sin que hubieran personas presentes en el lugar en el momento de los hechos. Ante este suceso, los Obispos del país hicieron un llamado a la conversión social.
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| La Conferencia del Episcopado Mexicano fue víctima del más reciente ataque, que sucitó una llamada a la «conversión social». Foto: ACI. |
«Es de su conocimiento, que el día de hoy, alrededor de la 1:50 de la mañana, en la puerta principal de la Conferencia del Episcopado Mexicano, explotó un artefacto, que por providencia de Dios, no afectó a ninguna persona», indicó en un comunicado oficial el Secretario General y Vocero de la CEM, Mons. Alfonso G. Miranda Guardiola. «Agradecemos el apoyo y la solidaridad mostrada por parte de nuestros hermanos Obispos, fieles, sacerdotes, instituciones, así como a muchas personas de buena voluntad que se han acercado a nosotros con genuina preocupación».
En nombre de los Obispos del país, la Conferencia Episcopal realizó un llamado a «la serenidad, la prudencia y al respeto de la vida humana y sus instituciones. Este hecho nos invita a reflexionar enfáticamente sobre la necesidad de reconstruir el tejido social, para propiciar un ambiente de seguridad para todos los ciudadanos». Los prelados reiteraron su «invitación a una conversión social para mirarnos como hermanos, y que cada ciudadano sea constructor de la paz en nuestro País y poder tener la garantía de una vida digna».
«Que Cristo, Príncipe de la Paz y Santa María de Guadalupe, nos iluminen para ser todavía más generosos en nuestra misión de generar una humanidad más justa y solidaria. Llamamos a todos a «vencer al mal con el bien» (Rom. 12, 21), como nos lo enseña insistentemente el apóstol San Pablo», concluyeron los Obispos.
El Secretario General rechazó que el hecho signifique un ataque directo en contra de la Iglesia Católica, sino que lo relacionó a la situación generalizada de violencia que afecta a una gran parte de la población, especialmente en crímenes como el robo, la extorsión o el secuestro. «Tenemos la preocupación de todo ciudadano de ser víctimas de algún robo o amenaza, o algún tipo de violencia», expuso el prelado. Sin embargo, la Iglesia en México sí ha padecido ataques y asesinatos de sacerdotes, siendo uno de los países con mayor número de presbíteros asesinados recientemente: 17 en la actual administración, más 25 atentados y 520 extorsionados, según reportó el informativo mexicano Contralínea, que calificó la actual situación de violencia como «un desastre» para el clero del país.
Con información de CEM y Contralínea.
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