Ciudad del Vaticano (Martes, 01-08-2017, Gaudium Press) Durante la Audiencia General de Domingo, cuando el Papa reza la oración mariana del Ángelus con los fieles, Francisco se asoció a la celebración del Día Mundial contra el Tráfico de Personas, cuando consideró que el negocio con seres humanos representa una «llaga aberrante».
Una Llaga aberrante que se torna normal
«Deseo apelar al compromiso de todos para que esta llaga aberrante, una forma de esclavitud moderna, sea adecuadamente combatida», dijo el Pontífice delante de la multitud reunida bajo fuerte calor de verano, en la Plaza San Pedro.
Todos los años «millares de hombres, mujeres y niños» son «víctimas inocentes» de esta explotación «laboral y sexual», cayendo también en las manos de redes de «tráfico de órganos», recordó Francisco: «Parece que nos habituamos a considerar todo eso como algo normal. Esto es feo, es cruel, es criminal», alertó.
El Papa pidió a los presentes rezar juntos a Nuestra Señora «para que apoye a las víctimas del tráfico y convierta los corazones de los traficantes», antes de recitar un Ave-María.
Forma moderna de esclavitud
La Cáritas Europa también señaló la celebración del Día Mundial contra el Tráfico de Personas, que ocurre anualmente el 30 de julio, y pidió acceso «legal y seguro» para los migrantes que llegan al continente.
Según esa organización católica, este sería un modo de ayudar a actuar contra el tráfico humano, que ella considera una «llaga» a la cual Europa precisa responder con firmeza.
«Cada niño y adulto atrapados en la trampa de esta forma moderna de esclavitud, enjaulados en el miedo, abuso y miedo, es una víctima más», afirma Cáritas en divulgación hecha a través de la página web de la organización. (JSG)
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