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París (Jueves, 03-08-2017, Gaudium Press) Dice el postulador diocesano de la causa de beatificación del P. Jacques Hamel, que es él el primer sacerdote mártir en Francia desde los curas asesinados en las sangrientas y terribles guerras de la Vendée. Y su proceso avanza.
En entrevista con Famille Chrétienne, el Padre Paul Vigouroux -quien no conoció al sacerdote asesinado hace un año en Francia- dice que ya existe una cierta devoción popular a su figura: «Grupos vienen a Saint-Étienne-de-Rouvray (la parroquia del P. Hamel) en peregrinación, a la parroquia. En la tumba creo que hay también un pequeño flujo. El otro día, me contaron que había dos adolescentes». Se imprimen imágenes del presbítero con oraciones para la devoción privada. La gente empieza a invocar su intercesión.
El proceso no cumplió con la espera canónica de cinco años, por decisión de Francisco. «El Papa parece muy sensible a los mártires a través del mundo», dice el P. Vigouroux.
El postulador presentó 69 testigos para el proceso: «Familia, testigos del drama, sacerdotes de la diócesis, su jerarquía, la autoridad musulmana del barrio». Escuchar a esos testigos demorará; «es preciso media jornada por testigo y hay 69. Yo pienso que deberemos terminar en el primer trimestre de 2019».
El sacerdote postulador destaca las últimas palabras del sacerdote martirizado: «Vete Satanás». «Él se dirigió menos a la persona que lo mataba cuanto al mal que la habitaba. Aquello implica una lucidez, una presencia de espíritu, que no son puramente humanas».
Cualidades especiales de un sacerdote que no era más que ello, sacerdote, poco conocido, discreto, tímido, que entretanto decía lo que debía ser dicho, quien vivía con austeridad, una «pobreza evangélica».
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