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Washington (Viernes, 04-08-2017, Gaudium Press) «¿Por qué está aún vigente el mandato antinatalista del HHS?» Esta pregunta da título a un artículo de opinión escrito por el Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), Cardenal Daniel DiNardo, en el periódico The Hill. En su artículo, el purpurado exigió el cumplimiento de las promesas reiteradas por el mandatario, según las cuales las graves presiones sobre las instituciones católicas para financiar productos inmorales «cesarán pronto».
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| Cardenal Daniel DiNardo, Presidente de la USCCB. Foto: Thomas Aquinas College. |
El Cardenal afirmó que esta promesa fue escuchada personalmente por él tras un encuentro con el Presidente en la Oficina Oval el día 04 de mayo, y fue dirigida a las Hermanitas de los Pobres cuya célebre demanda llegó hasta la Corte Suprema, la cual ordenó buscar una alternativa que no violentara la libertad religiosa de las consagradas. «Sin embargo aquí estamos, casi tres meses después, y el mandato de los Servicios Humanos y de Salud (HHS) sigue en pie», se lamentó.
El Cardenal recordó que la lucha de la Iglesia por el respeto de los derechos de los creyentes en este tema ya se ha extendido por cuatro años, una situación incompatible con la libertad que caracteriza la identidad estadounidense. «En una sociedad pluralista como la nuestra, las personas deberían ser libres para servir al bien común sin comprometer su moral o sus convicciones religiosas», recordó el purpurado.
Además de la promesa presidencial, el Card. DiNardo citó el texto del borrador de la enmienda al polémico mandato, el cual fue acogido con alegría por la Iglesia tras su filtración a los medios de comunicación (ver noticia anterior). «Sin embargo, las regulaciones onerosas que siguen en los libros no han sido enmendadas», señaló. «Una mayoría no debería ser capaz de imponer su estilo de vida sobre los otros usando el gobierno para obligar a la gente a violentar sus conciencias. La Iglesia Católica enseña que la libertad religiosa tiene que ver con la inmunidad a la coerción».
«La libertad religiosa es un derecho fundamental, no un ‘fútbol’ político», advirtió el Cardenal. «La libertad pertenece a nuestra naturaleza humana, no al dictado del gobierno. Un gobierno que sirve a los ciudadanos es uno que respeta su derecho a la libertad religiosa». El purpurado insistió en la carga que el mandato antinatalista pone sobre la libertad religiosa de las instituciones y creyentes, «una carga que la administración prometió retirar. Y todavía la carga aún no ha sido retirada», concluyó. «Señor Presidente, por favor, quite esta carga».
Con información de The Hill.
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